Reino Unido vive un verano marcado por la protesta social ante la mayor escalada inflacionaria de los últimos 40 años (en el mes de julio, el aumento de los precios llegó al 10,1%, el dato más elevado desde febrero de 1982).
Felixstowe en Suffolk, ubicado en Inglaterra, es el puerto más importante de Reino Unido, por el que pasan cerca del 48% de todos los contenedores de dicho Estado. En él trabajan casi 2000 trabajadores, quienes vienen negociando un aumento salarial con la empresa administradora.
Ante la primera propuesta empresarial, un aumento de tan sólo el 5% (la mitad de la inflación), los trabajadores portuarios decidieron entrar en huelga por 8 días, iniciando el pasado lunes 21 de agosto.
Según el Russell Group, un espacio que agrupa a más de 24 universidades británicas, el paro impactará con la interrupción de más de 800 millones de dólares del comercio, principalmente en el rubro de textiles y electrodomésticos. Esto muestra no sólo la importancia del puerto en Reino Unido, sino también en las cadenas de suministros globales.
La inflación, concentrada principalmente en áreas como el gas, electricidad, transporte y alimentos, tiene consecuencias en el costo y la calidad de vida de las familias trabajadoras. La entrada en huelga de los 2.000 trabajadores de Felixstowe, los 40.000 ferroviarios y los 115.000 del CWU, son un síntoma de la grave crisis económica en los países centrales como Reino Unido.