Hoy 16 de mayo de 2019 nace en Villa María una nueva voz para el pueblo: la voz de la Tribuna.
Nos emprendemos en este camino: el de la confrontación con nosotros mismos abarcados bajo un mismo yo, una voz, un pueblo. Como decía Julio Cortázar, “desde pequeño, mi relación con las palabras, con la escritura, no se diferencia de mi relación con el mundo en general. Yo parezco haber nacido para no aceptar las cosas tal como me son dadas”.
La lucha más importante que damos parte de asumirnos en este mundo en relación con las palabras y las cosas, no para aceptarlas tal como están, sino para cambiarlas en conjunto con nuestros pares. Cambiarlas para construir un nuevo sentido, que exprese una nueva forma de entender los problemas que tenemos como pueblo, y así poder resolverlos. ¿Cómo? En un nuevo y único sentido: el sentido de la lucha por el “todo”. De la única forma posible, reconociéndonos como pueblo.
Algo aprendimos: que no es posible defenderse de nada sin dar pelea, que la formalidad jurídica, al decir del Martín Fierro, “no ofende a quien lo maneja”. Que en Villa María, hay mucho más para decir, sobre muchas cosas que ya se están haciendo. Que el cielo será posible, si somos capaces de promover acciones asociativas que se despojen de su carácter individual a un momento social, general.
Más que nunca la importancia del asunto es organizarme con mi par: compañero de oficina, vecino de mi barrio, un colega productor familiar. Entonces, organizarme. Con los pies en la tierra, pero la mirada en el cielo. Siendo uno, pueblo.