Un nuevo acontecimiento en América Latina pone en tensión a los gobiernos neoliberales y abre las posibilidades de una nueva oleada progresista en la región.
Es de conocimiento que, a lo largo de 14 días Ecuador estuvo inmerso en un proceso de lucha que puso todos los ojos en él. El pedido de la derogación del decreto 883 que sacaba el subsidio a los combustibles llevo a movilizaciones y enfrentamientos que dejaron un saldo de 8 muertos y más de 1000 heridos, donde el principal protagonista fue la Confederación de Nacionalidades indígenas (CONAIE).
Las protestas en Ecuador dan esperanzas para poder revertir este repliegue, pero está claro que esto recién empieza.
CONAIE se conformó en la década de los 80, aglutina 14 nacionalidades y cerca de 15000 pueblos originarios, es protagonista de grandes movilizaciones en los 90 y los 2000, incluso formó parte activa de la construcción de la constitución del 2008 con Rafael Correa, con quien luego rompe relaciones por las políticas extractivistas del mismo. Son un movimiento indígena pero no indigenista, y por lo mismo, tienen gran adhesión de distintos sectores de la población. Su irrupción en las movilizaciones llevó a que Lenin Moreno, no solo traslade la sede de gobierno de Quito a Guayaquil, sino que se vea obligado a un dialogo y posterior derogación del decreto 883 por medio del decreto 894.
Situación Internacional y latinoamericana.
Mike Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos, expreso su apoyo al gobierno de Moreno por impulsar tales políticas económicas, como así también todos los países que hoy en día son direccionados por la casa blanca, Argentina, Brasil, Perú, Colombia etc. En cambio, la Unión Europea a través de su representante de política exterior Federica Mogherini, pidió moderación en las legítimas protestas del pueblo ecuatoriano, como también aplaudió la oferta de mediación de la iglesia y las Naciones Unidas. Estos pequeños ejemplos en los posicionamientos muestran un enfrentamiento que venimos observando desde hace dos décadas, por un lado, un capital financiero supranacional que se organiza en instituciones multilaterales para su gobernanza, por el otro un unipolarismo estadounidense que se quiebra, pero da sus últimas batallas y por ultimo bloques y países que buscan terminar ese viejo orden unipolar y construir un multipolarismo.
América Latina en esta transición hacia un nuevo orden, jugaba un papel importante a través de los intentos en los gobiernos anteriores de construir un bloque político y económico desde donde mirar el mundo, los 10 años de gobiernos progresistas y revolucionarios fueron la experiencia más cercana al sueño de Bolívar, el bloque era indispensable para la construcción de un multipolarismo, como asi también las políticas llevadas adelantes en materia comerciales con los BRICS, al igual de la cooperación Sur-Sur. Hoy en dia, con la avanzada de los gobiernos neoliberales en la región entramos en un reflujo de las fuerzas, pero las distintas movilizaciones en los países en contra de estas políticas neoliberales nos muestran que los gobiernos anteriores han dejado un tejido social y una organización tal para volver a tener una oleada progresista.
Las protestas en Ecuador dan esperanzas para poder revertir este repliegue, pero está claro que esto recién empieza, la derogación del decreto y la vuelta a los precios anteriores al mismo no garantizan una victoria completa, si parcial, pero debemos estar atentos, todavía debe escribirse el nuevo decreto en el cual ambas fuerzas lo hacen, el Estado y la CONAIE. Además, Lenin Moreno tuvo una pequeña victoria también, al criminalizar y correr del protagonismo al Correismo.