Recientemente la CTA de los Trabajadores definió su unificación con la CGT colocando en agenda la llamada “unidad”. Otros en cambio, se distanciaron de la medida.
El jueves 3 de Octubre, en Lanús (Buenos Aires) se realizó el congreso de la CTA de los Trabajadores, donde se hizo una convocatoria para comenzar un proceso de unificación a la Confederación General del Trabajo (CGT), de la cual se había desprendido a mediados de los años noventa.
En el acto estuvieron presentes el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, el líder de Camioneros, Hugo Moyano, los dirigentes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, y los referentes de la Corriente Federal de los Trabajadores, Héctor Amichetti y Sergio Palazzo, entre otros.
Por medio de una asamblea, el titular de la central, Hugo Yasky puso a consideración tres mociones que fueron votadas por unanimidad. Entre ellas, dar curso a la comisión ejecutiva para comenzar el proceso de unificación con la CGT. En segundo término, aprobar el ingreso a la mesa del llamado “Pacto Social” de la que participan, la CGT, Alberto Fernández y la cúpula de la Unión Industrial Argentina, entre otros. Y por último, dar pleno apoyo a la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner.
En el acto, Yasky se refirió al camino que hizo posible lograr este momento que fue la unidad en la lucha junto al movimiento social. Esto nos permitirá pasar a esta nueva etapa que vendrá después del 27 de octubre.
El titular de la CTA de los Trabajadores, en declaraciones a la prensa dijo que “la votación se fue construyendo en los últimos años que compartimos en la calle, con el Frente Sindical. La presencia de Alberto Fernández le da un voltaje político a esta decisión”. Los tiempos que se avecinan exigen gestos de humildad y grandeza, como para desarrollar en actitud unificadora la concreción del pacto social.
Por la dignidad del pueblo
La reciente experiencia de unidad ha sido trabajada en diversas regiones del país en un contexto de crisis social y económica que impactó directamente sobre las condiciones de los trabajadores en Argentina.
En la experiencia local, se conformó en el año 2016 la Mesa por la Dignidad del Pueblo. Un espacio que aglutinó sindicatos, organizaciones estudiantiles y centros de jubilados. Desde allí se dieron cauce a diversas acciones del movimiento local como planfleteadas, movilizaciones en el centro de la ciudad, reclamos contra los aumentos en las tarifas públicas, entre otros.
Experiencias como esta fortalecieron la organización y la toma de decisiones en los distintos territorios de manera conjunta con trabajadores de todo el país, rompiendo con la dependencia a las cúpulas y el centralismo porteño. Además consolidó la unidad de trabajadores de distintos sectores frente al ataque de las patronales, como por ejemplo los despidos de la Fábrica Militar que tuvo amplio apoyo de la Mesa y otros sectores de la ciudad.
Este proceso a partir de finales del año pasado bajó su intensidad y muchas de las mesas regionales dejaron de funcionar. En algunos territorios del país siguen desarrollándose aunque sin la articulación federal y territorial con la que contaban anteriormente.
La unidad en debate
El componente electoral fue uno de los puntos centrales en torno a la discusión de la unidad del movimiento obrero de cara a las elecciones presidenciales del 27 de Octubre.
El co-secretario general de la CGT, Héctor Daer dijo que “no cabe duda que el camino de unidad que estamos transitando es el que nos va a llevar a posicionarnos en el futuro. Pero hace falta también el apoyo masivo en las urnas para nuestro Gobierno”.
Sin embargo, la repercusión expuso también rispideces de diversas fracciones del movimiento en torno a la estrategia llevada adelante por los referentes sindicales.
Hugo “Cachorro” Godoy, secretario Adjunto de la CTA Autónoma, en declaraciones radiales dijo que “la unidad no pasa por ir a la CGT sin crear formas de organización que potencien el protagonismo de la clase trabajadora”.
Omar Maturano, titular del sindicato ferroviario La Fraternidad: “No es posible hacerle caso al futuro presidente si viene ahora a decirnos a quién ubicar al frente de la CGT, porque esa posibilidad solo puede ser decidida por los trabajadores”.
Posturas locales
El periódico Tribuna tuvo la oportunidad de conversar con algunos referentes sindicales de la ciudad sobre su posición frente a la unidad de los trabajadores, contraponiendo la propuesta de la CTA de los Trabajadores con la de los espacios territoriales y mesas de articulación.
“La unidad es una construcción constante, de todos los días, en los puestos de trabajo, en la calle y en los barrios”, Fernando Ceresole (CISPREN).
Para Pablo Bertoglio, Secretario General de La Bancaria, “el movimiento obrero debería ser uno solo”, ya que “si estamos separados es más fácil para los empresarios enfrentarnos”. Sin importar cual sea el Gobierno o candidato “la unidad debe ser con contenido” para poder integrar los diversos intereses. “El sindicato siempre va a defender a los trabajadores, esa es y será su función”, concluyó Pablo.
Por parte de la CTA Autónoma de Villa María, a través de un comunicado del Secretario General, Gustavo Vilches, advierte que estos últimos años “nos demostraron que la unidad entre los trabajadores y las trabajadoras se construye en las luchas, en las calles y con propuestas”.
Para la central local la decisión de la CTA de los Trabajadores va en contra de los intereses de una “Central de los Trabajadores Autónoma e independiente de las patronales”. Por ello, para construirla “necesitamos una clase trabajadora protagonista de los cambios”, concluyó el comunicado.
En sintonía, Fernando Ceresole, del gremio de prensa de Villa María, sostuvo que “la unidad es una construcción constante, de todos los días, en los puestos de trabajo, en la calle y en los barrios” donde “el sindicato debe ser un punto de confluencia de los delegados de base para unificar criterios para llegar a una unidad en serio”.