Los maestros de las finanzas no dejan de ganar a través de la deuda, a pesar de la crítica situación por la que está atravesando la población mundial.
Mientras en los barrios la “changa” no aparece, y los pequeños empresarios esperan que sus pymes vuelvan a encender la luz, los maestros de las ganancias continúan acrecentando sus ingresos con el cobro de intereses de una deuda odiosa e interminable.
De esta forma, el día martes (31.03.20) la administración de Martín Guzmán realizó el pago a tenedores del Bono Par por $USD 221 millones en un contexto sumido por la incertidumbre de una economía que no encuentra recuperación. Estos bonos son devenidos de los procesos de re-estructuración de la deuda durante los años 2005 y 2010.
Histórica
La toma de deuda externa en Argentina es la inserción del país en los mercados mundiales del sistema de crédito. Poco tiempo después del proceso de independencia podemos recordar al préstamo de Baring Brothers, contraído por Bernardino Rivadavia, que se terminó de pagar en 1947, aproximadamente 120 años después de haber sido otorgado por capitales británicos.
Pero, más cerca encontramos el endeudamiento contraído en la dictadura militar sin funcionamiento del Congreso de la Nación. Un plan económico impuesto a bastonazos que pasó de 7900 millones de dólares, a los 250.000 millones en 2013.
Durante el 2018 el entonces presidente Mauricio Macri, inició conversaciones con el FMI, para luego ejecutar el programa stand by por $USD 57.000 millones (el más grande en la historia del fondo). Este, en el marco de un programa de gobierno sujeto a la libertad del mercado financiero, fue lo que permitió el mecanismo llamado bicicleta financiera.
Este mecanismo fue utilizado por grupos financieros que se aprovecharon de la situación. Mientras el Banco Central (BCRA) emitía deuda en pesos argentinos a través de letras (Letes, Lebac, Leliq), estos grupos compraban con sus dólares dichas letras.
Pero todo no termina allí. Las grandes devaluaciones (baja del peso respecto al dólar) permitía a estos grupos revender esas letras nuevamente por dólares obteniendo mayores ingresos que los pesos originales por los que lo habían cambiado.
Todo ello generó grandes ganancias a las casas matrices de estas firmas acrecentando el endeudamiento, la fuga y la pérdida de reservas del Banco Central, dejando endeudado a un pueblo entero a costas de sus intereses.
Fue en ese contexto que para el MSCI (Morgan Stanley Capital International) fuimos considerados mercados “emergentes”. Habíamos vuelto al mundo.
La deuda de Argentina hoy asciende al monto de $USD 311.251 millones dólares, acercándose al 91,6 % del PBI del país. La relación deuda pública- PBI registra un curso ascendente desde 2011 que pasó del 35,9% ese año hasta el 48,6% en 2015, al 51,4% en 2016, 85,3% en 2017 y 88,7% en 2018, con datos de la Secretaría de Finanzas de la Nación.
La deuda de Argentina hoy asciende al monto de $USD 311.251 millones dólares acercándose al 91,6 % del PBI
Composición
Para Nicolás Max, economista Director Asset Management “cerca de u$s 25.000 millones de deuda pública argentina se encuentra en manos de fondos mutuos,con el gigante alemán Allianz (PIMCO) y los estadounidenses Franklin Resources, Blackrock y Fidelity como principales tenedores”, afirmo.
Según los datos presentados por Criteria, PIMCO tendría en cartera aproximadamente $USD 5000 millones en deuda argentina, seguido por Templeton con poco menos de $USD 4000 millones. El gigante de Wall Street , Blackrock dispondría cerca de $USD 2000 millones, seguido por Fidelity con $USD 1.500 millones. Inversores institucionales como Northern Trust, Prudential Financial, T. Row Price Group, Alliance Bernstein y Neuberger Berman dispondrán de poco menos de $USD 1000 millones cada uno.
“Cerca de u$s 25.000 millones de deuda pública argentina se encuentra en manos de fondos mutuos, el gigante alemán Allianz (PIMCO) y los estadounidenses Franklin Resources, Blackrock y Fidelity como principales tenedores”, Nicolás Max, economista.
En este esquema para la consultora Criteria, el 62% del total de la deuda argentina corresponde a bonos, un 14% con el FMI y 9% con Letras del Tesoro, entre los compromisos más importantes.
Estancamiento
La situación de Argentina se enmarca en un contexto global que ha desarrollado de forma predominante el sector de las finanzas. Desde la crisis del 2008 se ha incentivando la creación de instrumentos financieros y la toma de deuda por parte de los países dependientes.
Actualmente, la deuda global del mundo (corporaciones, estados, banca privada) asciende a más de 250 millones de dólares. Esto equivale a 3 veces la producción económica mundial (economía real). Mientras que la actividad económica global marca un descenso en los índices de crecimiento y tanto consultoras privadas, bancos y organismos estatales anticipan la profunda desaceleración que contraerá el movimiento para el 2020 y posteriores.
Para Goldman Sachs, el crecimiento del PBI de Argentina disminuirá en un 5% cambiando su perspectiva estimada previamente en 1%. Mientras que la Organización Internacional del Trabajo estima que 25 millones de empleos en el mundo están en riesgo.
En ese contexto los bonistas quieren cobrar. Aún cuando organismos como el FMI advierten que en esta situación, el pago de deuda de los “emergentes” podría significar la caída de múltiples economías. Pero las presiones no cesan, y el día viernes la agencia calificadora Moody’s decidió bajar la calificación crediticia de Argentina intuyendo a posible “default” o cesación de pagos. Esta situación compromete el futuro de Argentina y de otros países que son calificados como mercados “emergentes”.
Curar al paciente
En un intento por sostener el patrón dólar como la referencia monetaria a nivel mundial, la Reserva Federal de EE.UU (FED) ha recortado la tasa de interés bajandola a un rango de 0%- 0,25%, ha renovado créditos a otros bancos centrales y un paquete de inyección de 2 billones de dólares más ayudas fiscales e impositivas.
Lanzado el plan de incentivos por la FED contrató al mismo BlackRock para la administración de activos en los mercados bursátiles (denominados ETFs) lo que generó disputas con otros gigantes de las finanzas al denunciar que no se había convocado a otros actores para ser colocadores de esos activos.
Otros países se suman al esquema de tasas de interés negativa (hay que pagarle a ellos por guardar el dinero), entre ellos Inglaterra, Brasil, Japón, Canadá, Suiza. El Banco de Europa desarrolla un amplio programa de compra de títulos y deuda a cambio de inyección de mayor liquidez en la zona del Euro.
Para Kristalina Georgieva ejecutiva del FMI en una conferencia de prensa emitida junto al director de la Organización Mundial para la Salud, es un falso dilema la salud o la economía, efectivamente sostiene hay que cuidar la salud y la economía.
Efectivamente el paciente está en un estado crítico, y dispondrán todos los medios necesarios para salvarlo.