Médicos autoconvocados se movilizaron en distintos puntos de la provincia en contra de la imputación a dos médicos. También denunciaron por bajos sueldos y pagos atrasados.
El Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba, a cargo de Diego Cardozo, denunció a Lucas Figueroa y Marcelo Santiago Lázaro, profesionales que atendían en la residencia geriátrica Santa Lucía, ante el Ministerio Público Fiscal por el manejo ante los casos de COVID-19 surgidos en dicha institución.
El jueves 21 de mayo, la Fiscalía decidió la imputación de los médicos con el aval de Andrés Godoy, director de la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (UFES) por ser autores de la “propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.
La medida contra los profesionales generó una reacción inmediata del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba (CMPC) donde se pronunció en contra de la imputación y aclaró que “criminalizar a los profesionales no parece el mecanismo adecuado para encontrar la verdad”.
En solidaridad con sus colegas, el Consejo exigió “prudencia a los funcionarios” frente al caso y finalizó diciendo que esta noticia “fue la peor en el peor momento, pero esto no nos inmoviliza, no nos vamos a quedar de brazos cruzados”.
Luego, la UFES salió a rectificar su imputación justificando su accionar contra los médicos. Esto provocó que la Unión de Trabajadores de la Salud de Córdoba (UTS) saliera en repudio denunciando que “en lugar de escucharnos cuando venimos reclamando y advirtiendo, en lugar de investigar a las empresas que lucran con la salud de los adultos mayores y hacen negocios con el PAMI, van contra los trabajadores y trabajadoras.”
Ayer, la Sociedad de Infectología de Córdoba (SIC) difundió una “Carta a la Sociedad” donde enuncia su preocupación por la estigmatización, la violencia o el maltrato efectuado contra el personal de salud, “la primera línea” contra esta pandemia.
La protesta
Médicos de la ciudad de Córdoba realizaron una convocatoria a movilizarse en toda la provincia en defensa de los médicos imputados y denunciando las condiciones materiales en las cuales vienen desarrollando su trabajo cotidianamente.
La medida se llevó a cabo a las 17hs en bajo la consigna “Ni héroes, ni asesinos, somos médicos”. En la ciudad de Córdoba la movilización tuvo la modalidad de caravana de autos, donde aproximadamente 10 cuadras de cola colmaron las áreas más pobladas de la docta. Además tuvo un amplio apoyo de personas que se congregaron en puntos neurálgicos y desde los balcones.
En la ciudad de Villa María tuvo una amplia repercusión, convocada desde un grupo de médicos, con diversas consignas referidas también al ámbito laboral y por medidas salariales. La movilización se llevó a cabo en la plaza San Martín (en la Catedral) donde un gran número de autos se sumaron a la caravana e hicieron presencia médicos con los guardapolvos blancos característicos de la profesión.
También se llevó a cabo en otras ciudades de Córdoba como Río Cuarto, Alta Gracia y Carlos Paz, donde la protesta adoptó la misma modalidad en apoyo a los profesionales.