La paralización de los vuelos, los cierres de las empresas y la incertidumbre de los trabajadores. Una mirada sobre uno de los sectores más golpeados del año.
Este mes, en reunión virtual con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) representantes de Aerolíneas Argentinas, American Jet, Andes, Avian (ex Avianca Argentina), Flyest y LASA anunciaron la conformación de la Cámara de Líneas Aéreas de la República Argentina (CLARA) con el objetivo de “abordar en forma conjunta la problemática del sector, frente a la crisis planteada por las restricciones impuestas a raíz de la pandemia del coronavirus” comentó la titular de la ANAC, Paola Tamburelli.
Los vuelos comerciales en la Argentina están suspendidos desde fines de marzo, cuando se establecieron las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio en todo el territorio. El sector aeronáutico esperaba el retorno de las operaciones regulares para el 1° de septiembre, luego de que ANAC publicara una resolución que les permitía vender pasajes a partir de esa fecha. Pero por el aumento de los casos de coronavirus en todo el país, el Gobierno lo postergó.
Hace unos días, Peter Cerda, vicepresidente para las Américas de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), en un comunicado, señaló que debido a “la continua postergación por parte del Gobierno” de la fecha de reinicio de los vuelos “reducirá aún más la conectividad internacional del país”.
Mario Meoni, Ministro de Transporte, en la inauguración de la remodelación de la estación Boulogne sur Mer del tren Belgrano Norte esta semana, confirmó que el Gobierno piensa “en el 1° de octubre para el retorno de los vuelos regulares, tanto domésticos como internacionales”. Aunque también advirtió que “la decisión final la vamos a tomar en consonancia con el Ministerio de Salud y siguiendo los lineamientos que desde el principio ha establecido el presidente Alberto Fernández en cuanto a que la prioridad es la seguridad y la salud de la gente”.
Datos
En el transporte aéreo trabajan 65,5 millones de empleos directos e indirectos 65,5 millones de trabajadores y genera unos 2,7 billones de dólares a la economía mundial. Además, transporta el 35% del valor del comercio mundial y el 57% de los turistas a nivel mundial se mueve por vía aérea. De acuerdo con IATA, la demanda mundial medida en pasajeros por kilómetro transportados cayó 79,8% en julio de 2020 en comparación con julio de 2019. Según la organización internacional, las aerolíneas perderán u$s 84.300 millones a nivel global este año, los ingresos caerán un 50%, hasta los u$s 419.000 millones, frente a los u$s 838.000 millones registrados en 2019.
En América Latina la demanda en julio cayó 95% en comparación con el mismo mes del año pasado, frente a una caída del 96,6% en junio. La capacidad (kilómetros de asientos disponibles, es decir, la oferta de lugares) cayó un 92,6% y el factor de ocupación se hundió 27,1 puntos porcentuales hasta el 58,4%, el más alto entre las regiones. Las perdidas para las aerolíneas se estiman en U$S 4000 millones.
En Argentina, IATA prevé una caída de ingresos en el mercado de U$S3.490 millones este año, 69% menos que en 2019. Antes de la pandemia, la Argentina tenía vuelos directos con 50 ciudades internacionales, 35 compañías aéreas operando en el país con una frecuencia de 733 vuelos internacionales semanales y unos 58.000 vuelos de cabotaje anuales. Según el ultimo informe de la Empresa Argentina de Navegación Aérea, los movimientos de agosto se redujeron en un 83,7% respecto a agosto del 2019.
Empresas
Con la cancelación de los vuelos, varias aerolíneas internacionales anunciaron la suspensión de sus operaciones en Argentina.
En abril, Air New Zealand cerró las oficinas locales y canceló su servicio entre Buenos Aires y Auckland hasta 2021, como mínimo. A nivel global, Air New Zealand anunció que en los próximos meses despedirá a unos 3500 empleados, casi un tercio de su fuerza laboral de 12.500 personas. En las oficinas locales se desempeñaban 14 trabajadores.
Por otro lado, la empresa LATAM Airlines, la segunda empresa en el negocio de cabotaje, con el 16%, detrás de Aerolíneas Argentinas, y la primera en el negocio internacional, con el 23%, anunció en junio que cerrará “por tiempo indeterminado” su empresa argentina, Lan. Así, dejará de cubrir 12 rutas de cabotaje en el país y cuatro internacionales y solicitó al Ministerio de Trabajo la apertura del procedimiento preventivo de crisis (PPC) para gestionar la situación de las más de 2200 personas que empleaba el grupo.
En agosto, Qatar Airways anunció que dejaría de operar el vuelo entre Buenos Aires y Doha, la capital de Qatar y Emirates ratificó que cesará su actividad comercial en la Argentina por tiempo indefinido y comenzará un plan de retiros voluntarios a sus empleados en el país.
La brasileña Gol Linhas Aereas canceló sus operaciones previstas para octubre y noviembre en la Argentina ante las falta de precisiones sobre la reapertura de los vuelos comerciales y la baja demanda proyectada. Por su parte, Air Europa, Air France- KLM e inclusive la estatal Aerolíneas Argentinas presentaron pedidos ante la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para la habilitación de vuelos especiales
Trabajadores
La situación de las empresas del sector no pudo traducirse para los trabajadores en otra forma que la concreta amenaza por sus puestos de trabajo, abriendo lugar a multiples conflictos que se mantienen vigentes.
Entre ellos se destaca la polémica que gira alrededor del cierre del aeropuerto “El Palomar”, operado por las empresas “low cost” JetSMART y Flybondi, que se mantiene abierta desde abril de este año, cuando los ejecutivos de Aeropuertos Argentina 2000, la concesionaria de la estación, solicitaron el cierre del aeropuerto y el traslado de las operaciones al a Ezeiza.
El mes pasado, la Asociación Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi (ATAF) y la Asociación Sindical de Trabajadores de JetSMART (ASTJ) se movilizaron por el centro de El Palomar reclamando la preservación de los 10 mil puestos que genera la actividad en la terminal aérea entre empleos directos e indirectos.
Por su parte, las líneas de bandera Aerolineas Argentinas y Austral suspendieron durante los meses de junio y julio a cerca de un 40% de su personal. En un comunicado, la empresa explicitó el “objetivo priorizar la asignación de recursos al mantenimiento de la flota, el aseguramiento de la cadena de abastecimiento de repuestos y el pago de reparaciones de aeronaves”. La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) aseguró que la empresa deberá realizar los aportes a la obra social, sin afectación de la suma no remunerativa del 100% del salario.
Además, la compañía estadounidense Delta Air Lines anunció que licenciará a 1941 de sus pilotos en octubre a menos que pueda llegar a un acuerdo de reducción de costos con el sindicato.