Desde el 2 de octubre un centenar de víctimas del conflicto armado se toman de manera pacífica la catedral primada de Bogotá, con el fin de exigir su derecho a la paz, la reparación de los hechos victimizantes y la posibilidad de vivir de manera digna.
El día viernes víctimas del conflicto armado se reúnen en el centro de la ciudad con el fin de ingresar a la catedral primada, para de esta manera denunciar al gobierno nacional las condiciones de pobreza extrema en las cuales se encuentran. Es de resaltar que la catedral primada es la iglesia de mayor importancia en el país, por su significado religioso, centralidad política y ubicación geográfica por ello se configura en un lugar estratégico para elevar la voz de las personas más humildes.
En entrevista con varios líderes que acompañan desde afuera la manifestación, se logró evidenciar que exigen el derecho a la vivienda digna ya que fueron despojados de sus tierras por los actores armados, y que en medio de su desplazamiento de las zonas rurales a las urbanas emergen nuevas necesidades de empleo, posibilidades de educación para sus familias y la garantía acceso a los servicios de salud.
Manifiestan que desde hace años el estado colombiano no ha cumplido con sus deberes constitucionales, aunado a lo acordado en el proceso de paz firmado con la ex-guerrilla de las FARC, conjunto de lo dispuesto por la ley de víctimas y restitución de tierras. Por lo tanto, evidencian que con el actual gobierno de Iván Duque regresan las violaciones a los derechos humanos, las masacres, las muertes a líderes sociales y el aumento de la pobreza estructural.
Es de recordar que Colombia tiene la penosa cifra de casi nueve millones de víctimas declaradas del conflicto armado, de las cuales por parte de la Unidad de Victimas se reconocen a 178.064 personas dadas como desaparecidas en el marco de la guerra, cifras que siguen creciendo dada la re-activación de la confrontación armada entre actores armados legales e ilegales, conjunto de la persecución política y militar a comunidades y líderes sociales que reclaman por sus derechos civiles.
Se espera en tal sentido que la toma pacifica de la catedral lleve a la instalación de una mesa de negociación, aun así, se comunica por parte de los manifestantes que le han quitado los servicios de luz y de agua a la iglesia, además de impedir el ingreso de alimentos a las personas que se encuentran en su interior, con el fin de presionar su salida del recinto. Finalmente cabe decir que quienes acompañan desde afuera la protesta, se encuentran también en condiciones de vulnerabilidad, tanto por los efectos propios de la pandemia, como de la falta de alimentos y el frio implacable de la madrugada, donde mujeres, hombres, niños, adultos mayores y discapacitados esperan la pronta solución por parte del gobierno nacional.
Corresponsal: Iván Darío Rojas Moreno (Colombia).