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Tribuna conversó con Carlos Gilibertti y el equipo del partido Movimiento de Compromiso y Participación (Modecopa) sobre sus ideas y propuestas que buscan impulsar para la ciudad de Villa María.
– ¿Cómo surgió el Modecopa?
– Modecopa surgió de una reunión de amigos, los cuales nunca habían participado en política, teníamos la costumbre de juntarnos a hablar mucho de política, y me preguntaron si costaba mucho hacer un partido, pero queríamos un partido para Villa María, donde podamos participar, entonces tomamos la determinación de armarlo. Nuestro primer presidente fue Oscar Albornoz, un manager de boxeo, un comerciante, vecino de barrio, que se encontró por primera vez con la realidad de la política.
Desde ese día, lo que siempre ponderamos como partido fue la constitucionalidad de los partidos, el saber de nuestro derechos y nuestros deberes, siempre inculcando la participación, nunca cedimos los principios del respeto a las fuerzas políticas, a la gente, la transparencia, la educación, la salud, el trabajo. Esas son las bases que nos llevaron hasta el día de hoy.
“Este país, esta ciudad, esta provincia, necesita una gran concertación, pero no una concertación de hombres, sino de ideas, de proyectos, de desarrollo. tenemos que lograr una base de acuerdos para respetar entre todas las fuerzas políticas para hacer lo mejor por Villa María, un proyecto a 30 años”.
– ¿Cuál es la postura u opinión del Modecopa sobre la situación económica a nivel nacional?
– Necesitamos desarrollar un modelo de políticas de estado alrededor de una columna vertebral. Al campo hay que darle el lugar que debe tener, el campo produce granos, pero sus granos se les puede añadir 3 o 4 veces el valor agregado y además la metalmecánica para el campo también funcionaria alrededor. Los gobiernos no deben matar ni regalar, sino alcanzar un consenso en conjunto para fomentar una columna vertebral.
Nosotros teníamos por ejemplo el mantecol, cuya fórmula se vendió a multinacionales. en lugar de producir millones de kilos, vendimos la fórmula, el país tiene que tener una economía, una ley para que estas cosas no se permitan venderlas. Necesitamos hacer leyes que nos defiendan, hubo quien dijo que tenemos más problemas con los de adentro que con los invasores que nos quieren venir a conquistar.
El Modecopa está tratando de llevar a la gente que interprete esta necesidad, sin importar la ideología, con peronistas, radicales, kirchneristas, de izquierda, independientes, gente que nunca estuvo en un partido, que son la mayoría, entre ellos muchos jóvenes.
– ¿Cuál es el trabajo de Modecopa en esta coyuntura?
– Hacemos mucho énfasis en trabajar con la juventud, en incentivar que los jóvenes se sumen, son el motor del partido. El trabajo que estamos haciendo actualmente es la tarea de apadrinar un merendero en el barrio San Nicolás, los fines de semana colaboramos con la donación de comida para la entrega de 120 viandas. A su vez también colaboramos con el gas y donamos una cocina.
Cuando hacemos este trabajo somos muy conscientes en distinguir entre lo social y lo político, no se cambia comida por voto, remedio por voto. El voto tiene que ser desde la consideración independiente de cada uno.
Además, antes de la pandemia, las mujeres que conforman el Modecopa han organizado una serie de talleres, entre ellos un taller de lenguaje de señas, capacitación en inglés, acompañamiento escolar, gimnasia para la tercera edad, capacitaciones para conseguir trabajo, actividades que retomaremos en el futuro.
Puede ser utópico, pero si logramos hacer un gran acuerdo para un desarrollo, todas estas cosas no van a hacer falta porque el mismo gobierno va a tener todo preparado para darle respuestas a la gente, entonces podremos encargarnos de hacer un trabajo para que la gente empiece a entender la política, no como una mala palabra, sino como participación social.
– ¿Cómo analiza la actualidad de los barrios de Villa María?
– Yo creo que hace unos 6, 7 años se ha bajado mucho la calidad del acompañamiento que se le daba desde el Municipio a los barrios, específicamente a la tarea de los centros vecinales, o los CAPS.
Antes el Gobierno Municipal tenía un presupuesto participativo para los centros vecinales, un dinero del presupuesto para que ellos desarrollaran una tarea que quisieran hacer para el barrio. En conjunto con la Municipalidad se ponían de acuerdo en torno a las prioridades, hacían propuestas, y las desarrollaban, hoy esta política se dejo de lado.
Otros problemas son la prorrogación indefinida de los cargos de los centros vecinales y la poca credibilidad con respecto al manejo de la política.
Si los vecinos tienen que participar en estas condiciones, va a haber gente que lo va a pensar dos veces. No hay independencia ideológica, la gente siente la presión en forma permanente. Nosotros queremos cambiar eso.
– Frente a los costos de los alquileres y los episodios de tomas de tierra que han sucedido en la ciudad, ¿Qué opina sobre la política de vivienda?
– Durante 30 años pague alquiler, conozco el tema y lo que es sufrirlo, pero nunca se me ocurrió tomar un terreno o una casa, no significa que haya gente que lo haya pensado, pero la responsabilidad es de la administración municipal. Nunca ha habido un plan urbanístico donde la gestión se hiciera cargo.
Si vos urbanizas como corresponde, hay muchísimos terrenos que podrían ser municipales, o con poca plata se podrían obtener, eso le permitiría hacer un gran plan de viviendas. podemos hablar de 2000 o 3000 viviendas, con mecanismos de pagos accesibles.
He visto las tomas en Las Playas, Las Acacias, el Nicolás Avellaneda; en todas las tomas de Villa María yo entiendo la necesidad pero no comparto la forma, acá hay que ponerse de los dos lados, pero en el medio a los responsables de solucionar la situación.
En los últimos años se ha recrudecido esta necesidad de la vivienda, la necesidad de la salud, que se hagan cargo de la gente. Se ha hecho mucho cemento en Villa María, pero se olvidaron de la gente.