Frente a la consecución de desalojos en la Argentina, hablamos con Maximiliano Vittar de la organización de Inquilinos de Córdoba sobre el déficit habitacional.
El día después de los desalojos en Guernica, a lo largo del territorio Argentino se organizaron operativos en la mayoría de las provincias: Santa Fe, Buenos Aires, Tucuman, Chubut, entre otras, fueron foco de estas intervenciones. Además de las 2.500 familias que quedaron desamparadas frente al desalojo del predio, más de 500 familias en el país se enfrentan a la misma situación y otras tantas viven con el temor de no saber cuando van a pasar por lo mismo.
La crisis habitacional se expresa a través de causas impulsoras a la toma de tierras como el desempleo, la crisis económica agudizada por la pandemia, el precio de los alquileres, no poder pagarlos y que, pese a que se haya decretado la prohibición, se den los desalojos por parte de propietarios y/o inmobiliarias ante la falta de pago.
En el último semestre, según informes del INDEC, la brecha de desigualdad se expresó en que un 10 % de la población más rica concentra el 33,2% de toda la riqueza y el 10% más empobrecido, apenas percibe un 1,3%. Los hogares más pobres, tienen ingresos que van de los 300 a los 15 mil pesos, mientras que la suma de los ingresos de los más ricos van de los 96 mil pesos a los 2.058.000. En consecuencia, el acceso al techo propio, hipoteca o alquiler, es un efecto colateral y un derecho vulnerado para los y las trabajadoras.
Frente a esta problemática, desde Tribuna nos contactamos con Maximiliano Vittar, representante de la organización Inquilinos de Córdoba, para que nos comente cual es la situación actual de Argentina en este aspecto.
Maximiliano destacó que “el problema del déficit habitacional, el problema de los alquileres, no es que falten propiedades o viviendas, sino que no hay un rol del Estado con respecto a la distribución” de las mismas. Sin ir más lejos, citó lo que viene pasando desde el 2008 cuando una minoría de “dueños de campos, con sus cosechas anuales, compraban edificios” generando así que solo unas pocas personas sean propietarias de muchos inmuebles y tengan la decisión sobre los precios y costos de alquiler de los mismos, algo que se viene repitiendo hasta la actualidad.”
Por otro lado la Ley de Protección a los Inquilinos, en el marco de la pandemia, no está siendo respetada. Está la creencia de que con el decreto los inquilinos se aprovechan de la situación para no pagar y quedarse con las casa de los propietarios y en realidad, no solo que es violento enfrentarse a la situación de no poder cumplir con los pagos, sino también a todas las demás condiciones o requisitos a las que se enfrentan.
“Los desalojos son la cristalización de esta situación. Cuando nosotros planteamos los problemas del acceso y los pagos del alquiler, lo hacemos en los términos de que la mayoría de los inquilinos son de sectores informales, que viven de la changa y que viven de lo que hoy se denomina economía popular, o economía informal y esta se maneja en la calle, y cuando la calle está vacía los ingresos no se generan”, afirmó.
“Las tomas se dan por los trabajos o contratos informales de alquiler que cayeron”, por propietarios que pese a la prohibición de desalojos, “les sacaron las cosas a la calle, los dejaron en la calle y la gente necesita un lugar donde dormir”.
Inquilinos frente a disminución de ingresos o directamente frente a la nulidad de estos, y alquileres que no paran de subir, hicieron visibles para los integrantes de la organización que aunque consideraban estar desarrollando una “herramienta que apuntaba a los sectores medios, en realidad hoy los inquilinos son los nuevos pobres de argentina.” señaló.
Por último, retomando que el problema es la distribución de bienes, Maximiliano comentó que, “hoy la cantidad de viviendas ociosas que hay es la misma cantidad de viviendas que son necesarias. Entonces la discusión no es la falta de vivienda sino la concentración.”
“Creemos que es importante que se aborde este tema desde el Estado, con voluntad de cambiar esta situación. Si la política habitacional sigue siendo la construcción del momento, el blanqueo de dinero para construir viviendas o el crédito que han sacado para construir una segunda casa, realmente mas que construir una segunda casa, mejor que garanticen que no hay que tener un ahorro previo para acceder a una vivienda. Así muchos inquilinos podrían acceder a su propia casa” cerró.