Luego de un año de movilizaciones, cortes, asambleas generales, paros y bloqueo de terminales portuarias, los trabajadores siguen defendiendo la fuente de trabajo de 600 familias
El jueves de la semana pasada, una asamblea general masiva resolvió el paro de actividades en la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires, exigiendo la continuidad laboral y el pase a planta de los 600 trabajadores de la empresa Container Terminal Services SA (BACTSSA), dueña de la concesión.
Las familias se encuentran en un limbo tras el vencimiento de la licitación de la firma en mayo de este año. Los contratos establecidos con los trabajadores en la actualidad, luego de la nueva licitación, podría dejarlos en la calle ya que no son empleados permanentes. Además, exigen un salario digno que no vaya por detrás de la inflación y por el convenio de trabajo.
Las firmas que operan en el puerto, junto al interventor de la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGP), José Beni, y el ministro de transporte massista, Mario Meoni, vienen generando mesas de negociación deslegitimado a los representantes de las asambleas y sin atender a sus reclamos.
En el 2005, los representantes de la parte gremial, empresarial y de gobierno firmaron el acta 441/06 que establece el “compromiso mutuo” de las partes para un buen clima del negocio empresarial en los puertos. La derogación de esa acta es otra de las peticiones.
Además, los trabajadores denunciaron el saqueo que realizan estas firmas propietarias de las exportaciones junto a las encargadas de la construcción y la logística, como en el caso de la firma Dock Sud, encargada del dragado y balizamiento. Esta última realizó un acuerdo con el interventor Beni en el cual la AGP se compromete a “un pago mensual correspondiente por parte del Consorcio en torno del Tonelaje de Registro Neto (TNR) de los buques”.
La Terminal 5
Según el INDEC, durante el año 2020 se manipularon a través del Puerto Buenos Aires 7.100,9 miles de toneladas. Además, operaron 678 embarcaciones durante todo el año, exportando mayoritariamente productos manufacturados de la industria, productos químicos y combustibles.
Por su parte, Terminal 5 movilizó el 23,7% de la carga total del puerto (con 1.550,5 miles de toneladas de mercancías). La misma está en manos de la firma Hutchison Ports – Bactssa, un holding privado constituido en las Islas Vírgenes Británicas y filial de CK Hutchison Holdings.
CK Hutchison es un conglomerado multinacional registrado en las Islas Caimán, con sede en Hong Kong. La compañía se formó en marzo de 2015 a través de la fusión de Cheung Kong Holdings y su principal empresa asociada Hutchison Whampoa. Es conocida por sus negocios en puertos, infraestructura, energía y telecomunicaciones, operando en más de 50 países.
Esta firma es considerada una de las principales inversoras, desarrolladoras y operadoras portuarias del mundo con una red en 52 puertos de 27 países de Asia, Oriente Medio, África, Europa, América y Australasia. Junto a sus subsidiarias en cada una de sus ramas productivas, cotizan en bolsa y entre sus mayores accionistas se encuentra Vanguard, el FMI y una firma de Templeton.
El puerto
El contexto de incertidumbre de los trabajadores no sólo se concentra en una terminal, sino que las concesionarias de las demás terminales del puerto se encuentran en una situación similar.
Las otras dos firmas que operan en el Puerto de Buenos Aires son Terminales Río de la Plata (TRP), que controla las zonas 1, 2 y 3 y tiene como accionistas a Dubai Ports Word (Emiratos Árabes), y al grupo local Román. Y APM, controlada por Maersk, que está a cargo de la Terminal 4.
APM Terminals (que vence su concesión en Terminal 4 a principios de 2022) es una empresa operadora internacional de terminales de contenedores con sede en La Haya, Países Bajos. Es uno de los operadores de puertos y terminales más grandes del mundo, operando en 74 instalaciones portuarias y terminales en 40 países de los cinco continentes.
La dueña de APM Terminals es Maerks, una naviera integrada danesa, que concentra sus negocios en el transporte marítimo e interior de mercancías y servicios asociados, la gestión de la cadena de suministro y la operación portuaria. Es la mayor operadora de buques y líneas navieras de contenedores del mundo desde 1996 y cuenta con filiales y oficinas en 130 países y alrededor de 83.000 empleados en todo el mundo en 2020. Entre sus principales accionistas se encuentran Vanguard y Fidelity, dos de los 4 gigantes Fondos de inversión.
La otra firma, Terminales Río de la Plata (TRP), opera en las terminales 1, 2 y 3. Es un consorcio comandado por DP World, una filial de Dubai World, un holding propiedad del Estado de Dubái en los Emiratos Árabes Unidos que canaliza las inversiones y negocios en todo el mundo.
Si bien las concesiones de todas las terminales se adjudicaron en 1992, durante el Gobierno de Carlos Menem y luego fueron prorrogadas en varias ocasiones, en el caso de Hutchison Ports – Bactssa no puede ser ampliado una vez más luego de la última prórroga acordada en mayo del año 2020.
En ese marco es que los trabajadores portuarios siguen en pie contra estos gigantes del negocio exportador del sur del continente. Sumado a la situación en el Puerto de Rosario, a las condiciones de pobreza y hambre generalizada en toda la población, su determinación y la unidad en torno a los mismos es fundamental para concretar definitivamente la soberanía de la clase trabajadora.