Las trabajadoras de una cámara local denuncian problemas con el pago desde hace dos años. Además están sometidas a presiones, amenazas y magras condiciones de trabajo.
La semana pasada salió a la luz un conflicto que viene de larga data en la ciudad. Dos trabajadoras que realizan tareas de administración en la Cámara de Mandatarios y Gestores de la Provincia de Córdoba (Delegación Villa María) se encuentran al día de hoy con 4 salarios adeudados.
Esta cámara nuclea a profesionales del rubro brindando algunos beneficios a aquellos que deseen asociarse mediante el pago de una cuota. “El Mandatario del Automotor y Créditos Prendarios, se especializa en la inscripción de los Automotores, Motovehículos y Maquinaria Agrícolas en todas las reparticiones públicas y privadas, generando y controlando la documentación obligatoria, asesorando a su mandante. Brinda atención de servicios especializados al mercado automotor con derechos y obligaciones inherentes a su cargo”, reza en su página web.
Hace dos años se realizó el cambio de autoridades, quedando cómo máxima autoridad Pamela Constanza Rivas Jordán, emergiendo con ello problemas con el pago de los salarios. En paralelo, la labor que realizan las trabajadoras en la delegación local creció exponencialmente. Su jornada de trabajo llega a casi 9 horas diarias, además de la realización de tareas por fuera del convenio de trabajo.
A lo anteriormente expuesto, se le suma el pago en cuotas de su salario y la falta de registro del mismo. Las trabajadoras se enfrentan con muchas dificultades a la hora de controlar el pago ya que se realiza de manera extremadamente irregular y parcial.
Qué pasó
Tribuna pudo conversar con Gisela y Cecilia, trabajadoras de la delegación local. Comentaron la penosa situación por la que están atravesando, teniendo que acudir a otros trabajos o préstamos para saldar los gastos cotidianos.
Hace dos años, con el cambio de autoridades, se asumió el nuevo mandato con deudas que la Cámara debía afrontar. Entre algunas de las medidas que se tomaron fueron ventas de propiedades y el adelanto de cuotas de sus socios. Pero nada de esto solucionó el problema.
Mientras que Mario Angel Bigarani, delegado local de la Cámara, resulta incompetente para solucionarlos, las nuevas autoridades provinciales aducen a problemas administrativos o errores de los cuales “no están enterados”. “De toda la plata que se recaudó nada fue para el pago de nuestros salarios”, denunciaron las trabajadoras.
Los compromisos por parte de las autoridades se vienen efectuando desde el comienzo de la gestión pero sin solución efectiva. La Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC) se hizo presente a través de sus autoridades y su abogado, Oscar Barroso, en el conflicto.
Paro y reunión con el Ministerio
Frente a las presiones y amenazas a las que se encuentran constantemente expuestas, y un largo periodo de gracia sin solucionar el problema, las trabajadoras decidieron realizar un paro con acompañamiento del sindicato.
Ello las hizo llegar a una instancia de negociación formal ante el Ministerio, reunión que se realizó el día lunes. El domingo previo a la reunión, las trabajadoras recibieron un llamado de Marcelo Alejandro Irusta, el vicepresidente de la Cámara, en el que las amenazó para que aceptaran la propuesta que habían realizado formalmente para la reunión del día siguiente.
Según el documento, el plan de pago presentado propone saldar los salarios de diciembre y enero totalmente en abril, y luego comenzar en cuotas semanales para pagar los sueldos de febrero y marzo, concluyendo la última cuota el 24 de agosto, pero no menciona la continuidad del pago de salarios en paralelo.
Dicha propuesta fue rechazada, en principio, hasta aclarar el último punto. En la reunión participaron las trabajadoras; Marcelo Salas, secretario general de UTEDYC; Oscar Barroso, abogado del gremio; el abogado y el contador de la Cámara; y la presidenta que se sumó casi al finalizar la reunión. Además, estuvo allí un enviado del Ministerio de Trabajo de la provincia.
Salas le pidió “al ministro de Trabajo, Omar Sereno, que asuma la función que tiene que cumplir y disponga de una vez que paguen la deuda salarial”, en una entrevista realizada el lunes por el Diario del Centro del País.
Luego de la reunión, el compromiso aceptado (como en muchas otras instancias previamente) consta del pago total de lo adeudado hasta el mes de agosto. “Habrá que ver si cumplen”, decía una de las trabajadoras. Mientras tanto, siguen en la cuerda floja ante la incertidumbre de vivir el día a día y sin garantía real de que se cumpla con lo acordado.