Algunas de las iniciativas que se registran en el país levantan el termometro del descontento popular por el pago de la deuda externa.
Durante el día de hoy, militantes de cooperativas que realizan tareas de economía popular, principalmente asistencia en comedores comunitarios y talleres, marcharon por las calles de Buenos Aires. Primero hacia las oficinas del Fondo Monetario Internacional y luego, a la tarde, hacia el ministerio de Desarrollo Social, donde realizaron una intervención.
Sosteniendo la campaña lanzada semanas atrás: “La Canasta nos aplasta”. Literalmente, los militantes recrearon una canasta gigante que era cargada en sus hombros teatralizando una realidad que es denunciada con los números oficiales que ha difundido recientemente el Indec.
En un hilo de Twitter de la cuenta del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha) expresan: “Somos trabajadores y trabajadoras que llevamos adelante nuestras tareas todos los días, por un salario que apenas llega a los $10.800. Somos quienes garantizamos las tareas esenciales que ni siquiera son reconocidas”. “Sin embargo, nuestro salario es de indigencia. En este contexto de empobrecimiento sostenemos que el Estado no tiene que destinar un solo centavo al pago de una deuda fraudulenta contraída por el gobierno de Mauricio Macri”. “No se puede pagar la deuda a costa del hambre de millones de personas. Por tal motivo hoy movilizamos hacia las oficinas del Fondo Monetario Internacional para denunciar el saqueo al que somete a nuestro pueblo, y para defender los intereses de los trabajadores y las trabajadoras”.
Millones nos empobrecemos cada día un poco más, mientras un pequeño grupo de corporaciones y organismos internacionales se enriquecen vertiginosamente
El FOL sostiene que “mientras millones nos empobrecemos cada día un poco más, mientras un pequeño grupo de corporaciones y organismos internacionales se enriquecen vertiginosamente. Mientras que el Salario Mínimo Vital y Móvil se encuentra en los $21.600, la canasta básica familiar supera los $54.207. Es por ello que “desde los Movimientos Sociales denunciamos al Consejo Nacional de Salario, que acordó una suba salarial del 28% mientras que la inflación en 2020 cerró superando el 36%”. “¡Queremos una vida digna! ¡Queremos salario para vivir, no para sobrevivir!”, finaliza el mensaje difundido.
Por otra parte, la Autoconvocatoria por la Suspensión de la Deuda, lanzó una juntada de firmas de organizaciones y figuras publicas para rechazar el pago al FMI.