“¡Que los opresores tiemblen, hemos dicho, y que los defensores de los derechos del pueblo se agrupen y se animen!” – François Babeuf
El 27 de mayo de 1797 mueren guillotinados Agustín Darthé y François Babeuf, dos de los fundadores del movimiento llamado “Conspiración de los Iguales”. Los mismos participaron activamente en la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII con el objetivo de llevar a cabo una sociedad comunitaria en Francia.
A inicios de los 90, Francia era el escenario principal en la disputa política entre el poder monárquico y la emergente burguesía europea. La nueva Asamblea Nacional estableció las bases de un nuevo poder constitucional que haría ganar terreno a estos últimos en un régimen mixto de Monarquía Constitucional.
La Asamblea Nacional fue impulsada por la burguesía propietaria y los campesinos que aún poseían extensiones de tierras relativamente importantes. Estos fueron llamados el Tercer Estado (el Clero era el primero, la Nobleza el segundo), creando la figura de la cual sus participantes se definirían como los “Comunes”.
En paralelo, distintos grupos de intelectuales, artesanos y la incipiente clase trabajadora se agrupaban para apoyar las consignas progresistas de libertad e igualdad. Las comunas fueron el órgano de deliberación y votación que aportó fortaleza al surgimiento político de la burguesía francesa.
Estos grupos de revolucionarios franceses asumieron un rol muy activo en la agitación política y discusión en este escenario, y no todo era tan homogéneo. Tras varios años de formar parte de los nuevos organismos, como en el caso de Babeuf como secretario en las Comunas, algunos comenzaron a ver que las consignas de igualdad pregonadas por el Tercer Estado no eran llevadas a término.
Así, en 1796 se conformó el Comité de Insurrectos formado por Darthé y Babeuf, además de Filippo Buonarroti, Pierre-Antoine Antonelle, Félix Lepeletier y Sylvain Maréchal, este último fue redactor del “Manifiesto de los Iguales” considerado el documento fundacional del Comité.
Legisladores, gobernantes, ricos propietarios, escuchad ahora vosotros (…) a partir de ahora pretendemos vivir y morir iguales, como hemos nacido ¡Queremos la igualdad real o la muerte!
En sus documentos, notas periodísticas y folletos de agitación pregonaban una posición crítica ante la emergencia del nuevo estado burgués, ya que este no garantiza la verdadera soberanía del pueblo en los asuntos públicos.
El Comité no se limitaba a presentar hábiles argumentos a favor de la propiedad común y la soberanía popular, sino también las formas de ejecutar sus planes y la organización necesaria para llevarlo a cabo. “El manifiesto de los plebeyos”, escrito por Babeuf, es un documento que sintetiza parte de ello.
Declaramos que no podemos soportar por más tiempo que la inmensa mayoría de los hombres trabaje y sude al servicio y para en disfrute de la más ínfima minoría.
¡Que cese de una vez este gran escándalo que nuestros descendientes no querrán creer! Que desaparezcan de una vez las escandalosas distinciones entre ricos y pobres, grandes y pequeños, amos y lacayos, gobernantes y gobernados.
¡PUEBLO DE FRANCIA!
Abre los ojos y el corazón a la plenitud de la felicidad: reconoce y proclama con nosotros la República de los Iguales.