El Gobierno Nacional anunció una reapertura gradual de las exportaciones de carne en el marco de un plan para aumentar la producción.
Este martes, luego de una reunión con representantes del sector y el vencimiento de los 30 días del cese de exportaciones de carne, el Gobierno anunció la prohibición de la exportación de una selección de cortes hasta el 31 de diciembre de este año, con el objetivo de contener los aumentos de precios en el rubro.
En la presentación del “Plan Ganadero”, se definió un cupo de exportación de hasta el 50% del volumen promedio exportado el año pasado hasta el 31 de agosto, a excepción de los cortes pertenecientes a la Cuota Hilton y la Cuota 481.
Los cortes que serán destinados exclusivamente al consumo interno serán asado, vacío, matambre, falda, tapa, cuadrada y paleta. Tampoco podrá exportarse media res ni cuartos con huesos.
Las medidas pretenden “aumentar la producción para ir a 5 millones de toneladas y garantizar 3 millones para el mercado interno y 2 millones para la exportación”, según declaró Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo.
El “Plan Ganadero” contempla también la ampliación del acuerdo con los frigoríficos para vender 11 cortes a precios accesibles y la creación de una “Mesa de Coordinación Sectorial” que buscará profundizar los controles sobre el sector exportador, así como coordinar precios y ofertas.
La presentación del plan se dio en el marco de una reunión del Gobierno con los sectores de la cadena de la producción de la carne. Desde la Casa Rosada estuvieron Kulfas, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Agricultura, Luis Basterra.
Desde los sectores de la carne asistieron José Martins (Consejo Agroindustrial Argentino), Nicolás Pino (Sociedad Rural), Juan José Grigera Naon (Instituto de Promoción de Carne Vacuna), Dardo Chiesa (Mesa Nacional de Carnes), Juan Eiras (Cámara Argentina de Feedlot), Alberto Fantini (Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados), Carlos Iannizoto (Coninagro), Carlos Achettoni (Federación Agraria), Jorge Chemes (Confederaciones Rurales Argentinas) y Mario Ravettino (Consorcio Propietarios de Carne).
Tras el anuncio, un conjunto de productores lanzó una movilización para el día 9 de julio en San Nicolás, de la provincia de Buenos Aires, con un comunicado que abría la convocatoria a “todos los argentinos honestos y trabajadores que aspiran a algo más que vivir de la limosna del Estado”. “Todos los argentinos trabajadores y productivos resultaron perjudicados por diversas medidas que obstaculizan o impiden su actividad, impuestas para obtener un rédito político, sostener un relato o frenar las consecuencias de una pésima gestión económica y sanitaria”, aseguraron.
Por su parte, Chemes señaló a La Nación que “no estamos de acuerdo, queríamos el 100% (de las exportaciones)”, y pidió por medidas específicas como retención de vientres y más kilos por animal faenado y desgravación impositiva ante los kilos que aumente cada animal.
Pino, flamante presidente de la Sociedad Rural, relató el encuentro como “una reunión larga y amable pero fuimos a recibir un paquete con el moño puesto, sin posibilidad de cambiar el regalo. Le reclamamos al Presidente que nunca fuimos invitados a las reuniones donde se tomaron las decisiones”.
“Le dijimos que el sector podía mejorar y aumentar la producción pero que el productor ganadero necesita tiempo y previsibilidad, no se pueden ver los resultados en el corto plazo”, agregó el dirigente y finalizó indicando: “combatamos a esos 40 exportadores pícaros pero no cerremos el mercado exterior porque al final quienes pagamos los platos rotos somos nosotros”.