El Ministerio de Transporte de la Nación anunció que no renovará la concesión de las operaciones en las líneas férreas Mitre, Sarmiento y Roca quedando a cargo de las empresas Sociedad del Estado.
Mediante la publicación en el boletín oficial, resolución N° 211/2021, el Ministerio de Transporte formalizó la cancelación de la renovación a tres sociedades que tenían a cargo la explotación de las líneas férrea: Mitre, Sarmiento y Roca.
La disposición deja asignado a Belgrano Cargas y Logística S.A la prestación de los servicios ferroviarios y otorga la administración de la infraestructura ferroviaria y de la totalidad de los bienes que integran las concesiones referidas a Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado incluyendo la gestión de los sistemas de control de la circulación de trenes y el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria.
De esta manera se dan de baja las concesiones establecidas en el año 92´ mediante la cual las líneas estatales fueron entregadas a FERROEXPRESO PAMPEANO S.A, NUEVO CENTRAL ARGENTINO S.A y FERROSUR ROCA S.A.
La decisión del ministerio de transporte avanza sobre uno de los ámbitos productivos de gran importancia para la región pampeana puesto que por estas líneas circulan principalmente el transporte de granos y minerales hacia el nodo portuario del Gran Rosario por donde se exportan alrededor del 80% de las mercancías producidas en el país.
La carga total transportada por ferrocarril en el año 2020 alcanzó a 20 millones de toneladas
Tras conocerse la decisión, la Ferrocámara Empresaria de Ferrocarriles de Cargas expresó las tres concesiones se habían realizado por 30 años con posibilidad de postergarse 10 más, indica el comunicado
“Las concesionarias recibieron una infraestructura con vías de más de 80 años de antigüedad y parque de locomotoras en gran medida inactivas, lográndose la recuperación del material rodante desde el inicio. En cuanto a la clientela, se partió de unos pocos clientes, que recurrían prioritariamente al transporte por camión. La importante recuperación señalada quedó demostrada en el fuerte crecimiento del ferrocarril, que casi cuadruplicó el transporte (pasando de 4.500.000 toneladas en el año 1991, a las más de 16.100.000 toneladas en los últimos años), atrajo importantes inversiones de sus clientes sobre las redes ferroviarias que apostando al ferrocarril posibilitaron ese crecimiento”.
A partir de ahora las sociedades se convertirán a la figura de Operadoras Ferroviarias, lo cual enmarca el esquema de la cartera de Transporte en una iniciativa público-privada. La misma no deja establecido el cobro de los cánones por circulación en las vías, su aplicación, y el destino de los mismos.
Para las empresas, que cesaran su concesión, queda definirse “por parte de las autoridades las condiciones normativas y contractuales que regirán para los Operadores Ferroviarios” y “demás normativa aplicable, como así también que generen una mejora en las condiciones de competitividad del modo ferroviario, que permitan la operación con el aporte tecnológico e inversiones necesarias”.
“Las actuales concesionarias hemos trabajado y trabajaremos con el Estado Nacional para el logro de los objetivos previstos con el nuevo sistema a implementarse. La visión conjunta con el Estado hacia el mismo objetivo, podrá permitir un avance positivo hacia un mayor y mejor aporte del servicio ferroviario al transporte de las cargas en nuestro país” Cámara Ferroviaria.
Empresas controlantes
Actualmente el sistema ferroviario está dividido entre las empresas que transportan pasajeros y aquellas de carga y logística. Además se encuentran quienes realizan tareas de mantenimiento y servicio de líneas.
Dentro de las empresas de Carga y Logística se encuentran empresas vinculadas principalmente a las actividades agroindustriales, petroquímicas, minería y siderurgia. Del total transportado al 2020, los derivados del agro y la agroindustria responden a 14,6 millones de toneladas representando el 66% de la carga en Argentina.
Para el caso de la Linea Gral. Mitre es controlada por NCA (Nuevo Central Argentino), que tiene a Aceitera General Deheza (AGD) como controlante directo. La Linea Gral. Roca de FERROSUR ROCA S.A., es propiedad de Cofesur (80%) perteneciente a Loma Negra del Grupo Camargo Correa, Estado Nacional Argentino (16%) y el 4% restante del personal de Ferrosur Roca. Actualmente posee acceso a las terminales portuarias de Buenos Aires, Dock Sud, La Plata, Campana, San Nicolás, Rosario, Bahía Blanca y Quequén operando una red de cargas de 3.110 kilómetros.
Por su parte, la Linea Gral. Sarmiento de FERROEXPRESO PAMPEANO es controlada por Techint (62%); Sociedad Comercial del Plata (18%), Estado Nacional (16%), Empleados (4%). Entre sus principales actividades se encuentra el transporte de soja y maíz en un 95% y arena a granel desde YPF-Luján hasta Bahía Blanca en otro 5%. Opera una red de 2963 km en uso aunque posee a cargo en 5200km totales. Tiene acceso a las terminales portuarias de Ingeniero White y Rosario4, y entre sus clientes están Cargill, Oleaginosa Moreno, ACA (Cooperativas), Louis Dreyfus, Molino Cañuelas, Grobocopatel e YPF.
Desde Roca-Runciman a Cavallo
Desde comienzos del siglo XX el sistema ferroviario argentino ha sido un punto de control importante para las empresas capitalistas y el Estado. Si nos remontamos a 1933 cabe recordar el famoso pacto Roca-Runciman, firmado por Roca (h) y Runciman, primer ministro británico. Este último estableció la continuidad de la compra de carne argentina a cambio de la liberalización para la exportación de manufacturas, y hacerse del control del sistema de transporte. Concedido. Carne, modelo agroexportador y dependencia extranjera como el relato que aún mantiene su vigencia.
Luego, durante 1948 el gobierno de Perón compró las empresas haciendose nuevamente de las líneas San Martín, Belgrano, Mitre, Urquiza, Roca, Sarmiento y Patagónico.
El transporte se tornaba un instrumento de circulación accesible a la familia obrera argentina posibilitando precios acordes al salario de un trabajador. Incorporaba una dinámica productiva en la vida de los pueblos, como la Región Pampeana.
Con el pasaje a la dictadura cívico-militar el proceso de concentración económica se agudizó desplegando el poder económico y la cooptación de diversas áreas estratégicas que habían sido asumidas por el Estado, desarticulando otras e inclusive eliminandolas.
Se cerraron diversos ramales considerados deficitarios, se suspendieron trenes de pasajeros por escasa utilización, cierre de talleres y clausura de estaciones.
En el periodo 1976 a 1980 fueron abandonadas 560 estaciones. La cantidad de personal se redujo de 155.000 empleados en 1976 a 97.000 en 1980, de 95.000 empleados en 1989 a 36.557 en 1992 y 17.000 en 1994.
Los decretos sobre los que avanzó Domingo Cavallo en 1992 entregaron a través de la figura “concesión” el control de las líneas a las sociedades Ferro Expreso Pampeano, Nueva Central Argentina, y Ferrosur Roca.
Históricamente el desarrollo del sistema ferroviario argentino estuvo vinculado al proceso de producción y acumulación del capital en Argentina siendo una fuerza impulsora desde los procesos de circulación de materias primas por eso la importancia del control que ejercieron los grandes jugadores del capital.
Bajo este nuevo esquema planteado se abren el camino a la recuperación del control del transporte que permitiría el cobro de cánones a las empresas usuarias o convertir la iniciativa público-privada en la gestión del Estado de las obras de infraestructura, mantenimiento y operación despojando una vez más el gasto del capital por inversión y absorción de ganancias vía subsidio estatal.