Durante la semana pasada un equipo económico del Gobierno, liderado por el ministro Guzmán se reunió en Venecia con representantes del FMI para definir un nuevo programa económico.
La reunión se llevó a cabo con la intención de renegociar con el FMI la deuda externa contraída en el 2018 por $57 mil millones de dólares, de los cuales fueron desembolsados $44 mil millones del préstamo stand by. Por parte del equipo del fondo estuvieron presentes Kristalina Georgieva, directora del FMI; la adjunta del Hemisferio Occidental, Julie Kozack; y el jefe de la misión argentina del Fondo, Luis Cubeddu.
Luego de la reunión, a través de un comunicado, el Ministerio de Economía informó que los encuentros arrojaron avances positivos y entendimientos claves con los cuales se “busca apuntalar la recuperación económica con creación de trabajo, crecimiento con agregación de valor y estabilidad macroeconómica duradera”.
“En particular, se lograron avances concretos en entendimientos en cuanto a políticas para el desarrollo del mercado de capitales doméstico, la administración tributaria y el desarrollo de sectores generadores de divisas”, dice el comunicado.
Seduciendo al capital
El gobierno de Argentina llegó con el plan de estabilizar las deudas contraídas denunciando el accionar de Cambiemos por asumir el préstamo más grande en la historia del país y otorgado por el fondo.
De esta manera, días atrás desembolsó parte de la deuda contraída con el Club de París por una suma de 430 millones de dólares. Este “gesto” fue clave para iniciar un proceso de recomposición del pago a esta deuda que engloba un total de USD$2.485 millones de dólares. Así se pagaran de forma desdoblada, unos USD$231,3 millones el 28 de julio y otros USD$199 millones en febrero del año próximo.
Esto habilitaría, según el ministro de Economía, un esquema factible para cumplir con la deuda y sus intereses hasta el 31 de marzo 2022 dónde tendrá su próximo vencimiento.
Efectivamente dichas promesas de campaña se vienen cumpliendo a costa de una mayor emisión de dinero para solventar deudas. Tomando como referencia los números de enero de 2020 a julio de este año, el gobierno argentino emitió 4,13 billones de pesos en deuda, vía letras y bonos. Esto es, a precio del dólar de hoy, 41.300 millones de dólares o la mitad del presupuesto de este año, aprobado en 8,3 billones de pesos.
Casi la totalidad de las emisiones fueron a pagar vencimientos de la deuda. De esa manera se pagaron 3,38 billones de pesos en concepto de cancelación de deuda, lo que implica -al dólar de hoy- 36.000 millones de dólares.
Para tener una referencia, lo que se canceló de deuda en pesos, entre enero de 2020 y julio de 2021, representa 41 veces el pago de un mes del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), política de ayuda social que se destinó a 9 millones de personas, según publicó el semanario El Megáfono.
Celebra el FMI
Luego del pago al Club de París, el vocero del FMI , Gerry Rice festejó la posición del Gobierno argentino. Y en relación a los vínculos con el FMI señaló que, “se ha realizado progreso en tres ámbitos: identificar opciones para desarrollar un programa de capitales internos, movilizar ingresos fiscales internos y reforzar la resiliencia externa de Argentina”.
En conferencia de prensa, Rice dijo que las negociaciones con Argentina se centran en un programa de Facilidades Extendidas, un crédito a 10 años de plazo y con condicionalidades referidas a reformas estructurales, además que el objetivo que Guzmán se propone de acceder a más recursos a través de un fondo de DEG (también bajar las sobretasas), se trata de un tema “aparte”.
Deuda y pobreza en niveles récord
Los números de la deuda son las piedras que se cargan la pesada mochila sobre sus espaldas el pueblo. Los números se acrecientan de un lado y del otro, pero la torta se reparte en porciones desiguales.
Según estimaciones del Observatorio de la UCA la pobreza en Argentina alcanza al 44% de la población. Es decir que con sus ingresos casi la mitad de los argentinos no logran acceder a una canasta básica para la supervivencia.
Para el primer semestre del 2021 la deuda argentina alcanzó los USD $343.519 millones, el número más alto en la historia.
Según un informe de la Secretaría de Finanzas, dependiente del Ministerio de Economía, la deuda con organismos internacionales disminuyó en junio en unos USD $553 millones de dólares a USD $70.556 millones.
De la composición de deuda se desprende que corresponden unos USD $45.520 millones con el FMI; USD $13.145 con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo); USD $7.848 millones al Banco Mundial; y USD $3.451 millones a la Corporación Andina de Fomento -CAF-).
La deuda está presente en cada aspecto de la vida cotidiana. La especulación financiera vía emisión se convierte en un mecanismo que oxigena la sangre del capital. Inclusive, las políticas sociales que otorgan paliativos al consumo popular permiten la generación de intereses y la toma de nuevos créditos.
En ese sentido, a comienzos de julio, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de USD $200 millones para la Argentina, con el objetivo de asegurar “un ingreso mínimo para más de dos millones de personas afectadas por el impacto de la pandemia”.
Según un comunicado del organismo, el desembolso estará destinado a las prestaciones de la Tarjeta Alimentar y asegurar niveles mínimos de ingresos a mujeres embarazadas y personas con discapacidad de los grupos más vulnerables, además de mejorar la efectividad de este beneficio.
La iniciativa “responde a los pilares de Género y Diversidad de la Visión 2025 del BID, al responder con soluciones inclusivas que aseguren el acceso a las redes de protección social de los grupos más vulnerables”. “A través de las transferencias monetarias, se espera beneficiar de forma directa más de dos millones de personas para alcanzar niveles mínimos de bienestar”. El monto tiene un período de desembolso de 18 meses y una tasa de interés basada en Libor.
A ello se suma que a comienzos de julio el BID aprobó un crédito de USD $230 millones para Argentina con motivo de empujar la innovación en las empresas. El mismo estará destinado a fortalecer las capacidades del sistema nacional de innovación (SNI), integrado por las empresas, las instituciones de investigación y desarrollo (I+D), y las universidades.
Actualmente el BID tiene una cartera activa de préstamos con la Argentina de unos 60 proyectos, por un monto total que supera los USD $10.000 millones. Los mismos se dirigen a la mejora en el transporte, modernización del Estado, agua y saneamiento, vivienda, ciencia y tecnología, inversiones sociales, empresas privadas y desarrollo de pymes, salud, agricultura, turismo y comercio.
Estos datos de miles de millones de dólares, se aleja por completo de la realidad diaria de cualquier familia que sólo estima sus finanzas calculando llegar al fin de mes.
Las políticas sociales que hacen de parches para la billetera que lucha por llegar a fin de mes, son políticas diagramadas desde los economistas de corbata reconociendo que en un futuro esta se convertirá en intereses, luego en más emisión de deuda a ser cubierta y la rueda seguirá girando.