“Considero importante que no dejemos de lado la cuestión interna y social, que por pagar la deuda tengamos que sacrificar la vida de nuestros niños que están pasando hambre”, comentó el representante de Luz y Fuerza local.
“No alcanza para comer y subsistir, por ello los dirigentes debemos hacer hincapié en ello, trabajar en conjunto para llevar adelante esos reclamos”, comentó el representante de Luz y Fuerza local.
Tras varias semanas de agitación entre las distintas corrientes del movimiento obrero, y comenzada la carrera por la conducción de la central a nivel nacional, emergió como tema central la necesidad de un programa. En ese marco conversamos con Mariano Peralta, secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza seccional Villa María.
En referencia al planteo de encolumnar al movimiento detrás de un programa, ¿Cómo ves esa cuestión? ¿Cuáles son las necesidades que lo motivan?
Sin hacer alusión a algún proyecto en particular, creo que siempre se debería sostener la unidad del movimiento obrero más allá de un proyecto comentado por alguien o con algún objetivo. El movimiento obrero siempre tiene que tener una unidad en cuanto a la filosofía del trabajo.
Eso es lo fundamental para lograr todos los objetivos que los trabajadores tienen y los representantes deberían comentar y acompañar para poder satisfacer las necesidades de los compañeros, que hoy tienen que ver con una mejora en la calidad de vida. Me parece saludable este tipo de iniciativas y que se hayan expresado la CGT como distintos gremios a nivel nacional.
Dentro de ese parámetro, desde ahí debemos movernos en cuanto a las peticiones que indudablemente los trabajadores tienen. Todos los gobiernos, tanto el actual como los anteriores y los siguientes, tienen la obligación de cumplirlas para que el movimiento obrero se sienta respaldado. Ya no vale el cliché de decir que el peronismo representa a los trabajadores, ya que hoy en día muchos trabajadores ven esa cuestión muy lejana y necesitan cuestiones concretas para demostrar quienes son.
Dos puntos fundamentales en cuanto a ello son el acceso a la vivienda y el trabajo. Como movimiento obrero organizado y representativo debemos pedir por trabajo porque no hay. Los trabajadores con sus ahorros y con el sudor de su frente se les vuelve imposible aún así llegar a la vivienda propia porque la economía no te lo permite. No alcanza para comer y subsistir, por ello los dirigentes debemos hacer hincapié en ello, trabajar en conjunto para llevar adelante esos reclamos. Deben ser metas para el diálogo y articulación con las distintas instituciones más allá de las ideologías.
Dichas reinvicaciones como parte integrante del programa del movimiento obrero implica que hoy no se están cumpliendo, ¿Qué es lo que impide solucionar esos problemas en la actualidad?
La falta de diálogo, de empatía, de trabajo en conjunto. Estas cosas son más que logrables, pero no se realizan. Desde el pequeño lugar de uno, desde su función, te empezas a dar cuenta que si logras articular algunas cuestiones con la mayoría son objetivos totalmente realizables, cuestiones que individualmente son imposibles.
Las vanidades y objetivos personales, como se ve en la política, también se ve en el movimiento obrero y de ello hay que desprenderse, de cuestiones unilaterales de los dirigentes. Debemos pensar en conjunto y discutir sobre los ejes fundamentales, como son la generación de trabajo, un sueldo digno y el acceso a la vivienda. Esos objetivos encarados en conjunto son totalmente realizables a través de las organizaciones y la política.
Luego de las elecciones de las PASO un dirigente barrial de la villa 31 en Buenos Aires planteaba que allí había ganado Milei. A uno le sorprende que en un lugar tan marginal gane alguien tan autoritario, un “sálvese quien pueda”. El dirigente de la villa, buscando encontrar los motivos, explica que “cuando dan indemnización, a ninguno de los compañeros de la villa les afecta esa medida porque cartonean o tienen trabajos en negro”, entonces, cuando las cuestiones de las reivindicaciones laborales a la mayoría de la gente le es esquivo estamos en problemas. Todos debemos estar alertas a esto, trabajando en conjunto.
Creo que la comunicación y la articulación de las distintas instituciones y partidos políticos es fundamental, un gran pacto social sería muy importante, aunque hoy muy difícil.
¿Qué rol debería cumplir el movimiento obrero en las decisiones políticas del Estado y en la dirección de los recursos económicos?
Cualquier compañero dirigente gremial que entra en la política deja de ser dirigente gremial para pasar a ser político. Pero, aclaro, creo que el movimiento en su conjunto debería tener consultores, observadores, personas influyentes y espacios dentro de la articulación política sin ser o volverse políticos, sin tener cargos dirigenciales en la política manteniendo los cargos de dirigentes gremiales.
Nadie más que los dirigentes gremiales saben sus problemáticas de su sector. La articulación de los gremios debería ser eso, la voz de los trabajadores en cuanto a sus necesidades sin tener un rol de dirigente político pero participando en las mesas de debate, de análisis, tener lugares como tiene el Frente Sindical Popular hoy en la ciudad de Villa María en el Consejo Municipal del Trabajo, que no son los espacios donde se toman las decisiones políticas pero sí están insertos en esa gran rueda que puede beneficiar o perjudicar al funcionamiento social, económico y laboral.
Por ello debe haber participación política sin ser políticos. La figura será parte de un debate para articular un espacio amorfo entre los dos ámbitos.
El miércoles pasado se pagaron intereses de deuda al FMI. ¿Cuál es tu apreciación al respecto? ¿Se baraja la posibilidad de un plebiscito a la deuda?
Creo que siempre que uno honra sus deudas, te abre un espacio mucho más largo hacia el futuro. Si uno trata de tapar el dedo con el sol, probablemente cuando nos quedemos sin dedos nos encontremos en la misma situación una y otra vez.
En estos dos años de pandemia estamos mal pero podríamos estar mucho peor, por eso considero que es importante que la deuda se pueda ir normalizando, se pueda ir cumpliendo mientras no dejemos de lado la cuestión interna y social que por pagar la deuda tengamos que sacrificar la vida de nuestros niños que están pasando hambre.
Debería haber un complemento, llámese IFE o como se quiera, pero se debe atender a las necesidades básicas de nuestra sociedad. No creo que todo sea blanco o negro, debe haber un equilibrio donde se pueda cumplir sin dejar de lado la cuestión económica y social de los argentinos. Nuestro problema como sociedad es la polarización permanente de todo acto.