Cada 7 de mayo se cumple un nuevo aniversario de la Federación Gráfica. Retomamos las luchas, su recorrido histórico como organización gremial y a Raimundo Ongaro, uno de sus referentes.
Conmemorando el Día del Trabajador Gráfico, nos remontamos a uno de los oficios más antiguos de la historia desde la invención de la imprenta en 1447.
En Argentina, la primera organización gremial de trabajadores del sector se conformó el 25 de mayo de 1857, con 50 socios que trabajaban en las 24 imprentas que existían en el país, bajo el nombre de Sociedad Tipográfica Bonaerense .
En esa época no existían los derechos laborales y las condiciones de los trabajadores eran extremas, desde aquí parte la organización que levantó en sus primeros reclamos la tarifas mínimas de salario y una jornada máxima de trabajo.
En 1896 se lleva a cabo una de las primeras huelgas, los gráficos junto a trabajadores ferroviarios, panaderos, choferes, entre otros, salen a la lucha por la jornada de 10 horas en invierno y 12 en verano.
Hacia fines del siglo XIX los gráficos estaban organizados en cuatro gremios distintos, en 1905 tras la represión a dirigentes y trabajadores de parte de la fuerza policial surge la necesidad de las organizaciones de unificar sus fuerzas.
La conformación de la Federación Gráfica Bonaerense se dio en medio del impulsó de una gran huelga realizada en 1906, la misma se mantuvo por 50 días, bajo el reclamo de aumento salarial.
En una publicación de la Federación Gráfica Bonaerense comentan que la extensión de la lucha fue posible gracias a la solidaridad de los trabajadores que crearon el fondo de huelga. Allí, los trabajadores que habían conseguido el aumento destinaron la diferencia al sostenimiento económico de sus compañeros que aún seguían peleando por lo mismo.
La lucha se expande
En 1924 los trabajadores gráficos, en unidad a trabajadores de distintas ramas de la industria, empleados de comercio, y bancarios logran acceder en conjunto al beneficio jubilatorio.
La lucha colectiva lleva a replantearse la necesidad de crear un órgano más amplio que represente y luche por todos los trabajadores argentinos que sufrían las mismas condiciones de explotación laboral.
Esta iniciativa fue tratada como punto en un congreso gráfico, la propuesta concluyó el 27 de septiembre de 1930 con la creación de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Dictadura para aplacar la organización
La lucha obrera se fortalecía en cada victoria lo que representaba una amenaza a los intereses empresariales que buscaban obtener ganancias a través de la explotación extrema de la clase obrera.
Así, el 6 de septiembre de 1930 el golpe de estado militar que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen, dio inicio a la “década infame” sumergiendo a los trabajadores en la pobreza. Las leyes que regulaban las condiciones de trabajo, conseguidas por la lucha de años anteriores, eran sobrepasadas por las patronales y utilizaban la represión violenta a todo tipo de reclamo elevado desde el movimiento obrero con la Ley Marcial.
Recién en 1943 con Juan Domingo Perón en la Secretaria de Trabajo y Previsión, el movimiento obrero comienza a negociar beneficios para los trabajadores de todos los rubros promoviendo políticas de regulación del trabajo, la incorporación del domingo dominical y estatutos como el del peón rural. Esto generó la afiliación masiva a órganos de representación gremial.
El 17 de junio de 1950 se firma la convención colectiva nacional para todos los trabajadores de la industria gráfica de la Argentina, contando con la intervención de Eva Duarte de Perón respaldando el convenio haciendo posible la herramienta legal.
Debido a esto se estableció en uno de los artículos del convenio, que cada 7 de mayo, fecha de nacimiento de Evita, se conmemora el Día del Trabajador Gráfico.
Su larga historia continúa durante el siglo XX en las gestas del Cordobazo y Rosariazo, el impulso de los programas obreros de La Falda y Huerta Grande, y la emergencia de grandes dirigentes como Raimundo Ongaro.
Éste último aportó un camino que será decisivo para la clase obrera hasta la actualidad, dejando un importante legado de lucha: “combatiremos cada día todas las injusticias hasta que no quede ni una sola, solo el pueblo salvará al pueblo”.