El martes 21 de junio más de 40.000 trabajadores ferroviarios del Reino Unido iniciaron un paro por 24 horas en reclamo por mejores condiciones salariales en el marco de la escalada inflacionaria y mayores garantías en materia de seguridad laboral.
La propuesta de la patronal del 3% no fue aceptada por el sindicato de trabajadores ferroviarios (RMT), desde donde se reclamaba una mejora salarial cercana al 7%. El ofrecimiento de los empleadores se ubicó muy por debajo del aumento de los precios en R.U., donde la inflación interanual alcanzó el 9%, lo que desató la huelga más importante de los últimos 30 años en el mencionado país.
La medida se replicó el jueves 23 y el sábado 25 de junio.