Entre el 10 y el 16 de octubre se dieron las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, en las cuales los organismos internacionales establecen su diagnóstico de la situación de la economía global y las recetas a seguir.
En las reuniones de este 2022, el acento estuvo puesto en la “crisis del desarrollo” y en las crisis superpuestas que han provocado retrocesos en la reducción de la pobreza y un aumento de la desigualdad. Asimismo, el conflicto ruso-ucraniano fue uno de los tópicos centrales de los debates.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, advirtió que “la urgencia se refleja claramente en las noticias diarias sobre la inflación, el cambio climático, el hambre, las protestas sociales y la violencia”.