Una central que respondió con la lucha al atropello de la última dictadura.
El nacimiento de la CGT Brasil en el año 1981 se explica a raíz de sucesos que marcaron la historia política argentina en los años previos: las luchas libradas por los trabajadores en los años 60’ y el golpe de Estado de la última dictadura militar en el año 1976.
En los años 60´ el movimiento obrero argentino gestó en su seno la unidad junto al pueblo trabajador del país confluyendo en los movimientos insurreccionales de los dos Rosariazos y el Cordobazo que encontraron a la clase trabajadora organizada y en pié de lucha por mejores condiciones de vida.
En 1974, con la muerte de Juan Domingo Perón, se rompe el pacto social anunciado un año antes y, con el modelo impuesto por el ministro de Economía, José Martínez de Hoz, en el año 76’ empeora las condiciones de vida para los trabajadores.
Lucio Geller describió la política económica del periodo de la siguiente forma: “El conflicto fue creciendo en intensidad. Las devaluaciones para corregir el déficit comercial fueron acompañadas de retenciones a las exportaciones para atenuar el impacto sobre el poder adquisitivo de los salarios y financiar parcialmente la inversión pública. El conflicto se agudizó cuando el campo rechazó la aplicación de los instrumentos como medida de política económica”.
La conciencia del pueblo movilizado y la organización adquirida en cada enfrentamiento fueron los que derivaron años más tarde a la puesta en marcha de un ejèrcito opresor que busco aplacar el movimiento utilizando el aniquilamiento fisico y el terrorismo.
De esta forma llegamos al 24 de marzo de 1976, donde irrumpieron en el escenario político las Fuerzas Armadas, imponiendo un golpe de estado. “El objetivo del proceso de Reorganización Nacional es realizar un escarmiento histórico. En la Argentina deberán morir todas las personas que sean necesarias para terminar con la subversión” dijo en Washington, Jorge Rafael Videla, el 9 de septiembre de 1977.
La primer decisión que toma la junta militar es prohibir el derecho de huelga y anular las convenciones colectivas de trabajo, pero en medio de una inflación desatada por el precio del petróleo y la pérdida del poder adquisitivo en los salarios, dichas medidas no pudieron contener la ebullición del movimiento obrero que se dispondría a la lucha.
Con la proscripción de la CGT, sindicalistas exiliados y otros en situación de encarcelación, se conforma el 1 de marzo del año 1977 la “Comisión de los 25”, la misma que va a respaldar en noviembre de 1980 la creación de la CGT Brasil, dirigida por su secretario general Saúl Ubaldini, quien se encontraba en el gremio de Cerveceros.
Esta nueva CGT se opuso a la CGT Azopardo y las centrales quedaron divididas. Ubaldini señalaba por ese entonces que quería “una sola CGT que represente a los trabajadores y no al gobierno”, ya que los de “la Azopardo son demasiado proclives a entenderse con las autoridades”.
Debido a la debacle económica, el 11 de diciembre de 1981 asume el mando Roberto Viola como primer reemplazo de Videla, pero ese año la inflación llegó al 131%. A su vez, comienzan a quebrar los bancos y se devalúa el dólar.
El 7 de noviembre de 1981, bajo el lema “Paz, Pan y Trabajo”, la CGT Brasil junto a sectores de la Iglesia Católica convocaron en el barrio de Liniers, a una marcha a la que asistieron unas 20 mil personas que se dirigieron a San Cayetano constituyendo la primera expresión multitudinaria de oposición al gobierno militar.
En la marcha se hicieron presentes las fuerzas policiales que aplicaron un plan de represión, llevando detenidos a los trabajadores. Pero Las acciones militares no pudieron aplastar al movimiento surgido ya que este contenía el descontento de varios años de represión logrando movilizar amplias capas de la población trabajadora y sectores políticos
A su vez, la marcha fue acompañada de un paro que se sintió en el cordón industrial de Buenos Aires y los principales centros del interior fueron paralizados por las medidas adoptadas. Al mismo tiempo se sumaron los metalmecánicos que quedaban desempleados por el cierre de las automotrices.
Los principales reclamos de la central fueron el retorno a las garantías constitucionales, recuperar la legitimidad como entidad y exigir cambios en el rumbo económico. La construcción de las huelgas y enfrentamientos en las plazas, representaron golpes directos para la dictadura que se oponia a escucharlos.
Al año siguiente, el 30 de marzo, ante un profundo descontento social y con el antecedente de la masiva movilización, se llevó a cabo un paro nacional con marcha en la ciudad de Buenos Aires. Esa movilización fue una de las mayores expresiones de lucha obrera del período dictatorial. Convocados por la CGT, bajo la consigna “Paz, Pan y Trabajo”, cincuenta mil jóvenes y trabajadores coparon la Plaza de Mayo.
La lucha llevada a cabo por la CGT Brasil puso a la sociedad a cuestionar al régimen que tenía objetivos claros de responder a los intereses del capital privado y organismos de crédito que endeudaron al país.
ver: A 40 años de “Pan, Paz y Trabajo” y la Guerra de Malvinas