El 10 de noviembre, los trabajadores del transporte público de París han entrado en huelga en medio de los reclamos salariales ante la escalada inflacionaria que vive la ciudad capitalina y el resto del país. La medida se tradujo en la supresión del servicio en 14 de las 16 líneas del metro de París.
Arole Lamasse, secretario general del sindicato que nuclea a estos trabajadores ha advertido que la medida de fuerza puede ampliarse si las demandas del sector no son escuchadas.
Tanto el sindicato de los trabajadores del transporte público como la CGT francesa han denunciado la situación de los salarios en un contexto de alta inflación que impacta en el bolsillo de las familias francesas.