Tras estallar las protestas en rechazo de la reforma judicial, el gobierno aplazó el debate parlamentario.
El domingo 26 de marzo más de 600 mil israelíes salieron a movilizarse en diferentes ciudades del país exigiendo la derogación de la reforma judicial que intenta implementar el gobierno de Benjamin Netanyahu.
Las protestas se intensificaron por medio de huelgas en diferentes ramas de la industria, paros en las universidades y cortes de rutas en las principales arterias de la capital.
El proyecto prevé entre sus puntos que los políticos designen a los jueces y que una mayoría simple de 61 parlamentarios, de 120 escaños, anule cualquier fallo de la corte suprema.
Cabe remarcar que el gobierno ha anunciado el lunes 28, en medio de las protestas, que congelará la reforma hasta el mes de julio, aunque los manifestantes decidieron movilizarse nuevamente durante el sábado para darle continuidad a las medidas hasta que se cancele el proyecto en su totalidad.