El gobierno chileno presentó la Estrategia Nacional del Litio, un proyecto de ley que impulsa la nacionalización del mineral a través de la creación de una empresa estatal.
El presidente Gabriel Boric anunció que “el Estado participará en todo el ciclo productivo del mineral” asegurando que será en base al “principio de la colaboración virtuosa público-privada”. A su vez, planteó que el objetivo del proyecto es que Chile “se transforme en el principal productor de litio del mundo”.
El país trasandino es el segundo mayor productor detrás de Australia. Los principales yacimientos se encuentran en el Salar de Atacama, una de las mayores reservas del planeta. Su explotación se concentra en las empresas SQM y Albemarle, responsables del 75% y el 25% de la producción del mineral en 2022.
El mandatario planteó que la participación del estado será decisión de las empresas al asegurar que “respetará íntegramente lo establecido en los contratos vigentes”. “La participación anticipada del estado en el Salar de Atacama será fruto de un acuerdo con quienes actualmente tienen el derecho para explotar el litio”, explicó.
Los convenios de SQM y Albemarle les aseguran la explotación exclusiva del recurso hasta 2030 y 2043, respectivamente. Las compañías no se vieron afectadas por el anuncio: “No esperamos ningún impacto material, ya que el Gobierno chileno ha dejado claro que respetará plenamente los contratos”, comentó Albemarle en un comunicado.
El litio es utilizado para fabricar baterías de almacenamiento de energía de dispositivos eléctricos. Su demanda se incrementó notablemente en los últimos años como una alternativa al uso de los combustibles fósiles en el marco del combate a la crisis climática que promueven los principales foros y organismos multilaterales. En 2022, las exportaciones chilenas de carbonato de litio aumentaron 777% hasta los 7.763 millones de dólares.