Desde la Asociación de Jubilados Argentina (AJA) compartieron al equipo editorial de Tribuna una carta por la conmemoración del día del trabajador.
Evocando la sangrienta represión que sufrieron las obreras y obreros en la ciudad de Chicago en 1886, durante varias semanas de huelga, solicitando una jornada laboral de 8 horas, se conmemora, el 1 de mayo, el Día Internacional del Trabajo.
Recordados como los mártires de Chicago, los sindicalistas organizadores de estas huelgas, luchaban para obtener mejoras laborales, en un contexto donde trabajaban hasta 16 horas diarias. Algunos fueron ejecutados, otros condenados a la cárcel, otros muertos en el marco de la lucha.
Fue en París, durante un Congreso de la Segunda Internacional (socialistas, laboristas y anarquistas) que se establece, en 1889, el Día del Trabajador. En los distintos países se adoptó esa fecha para honrar a los trabajadores. En la República Argentina, fue en 1925, durante el gobierno de Marcelo Torcuato de Alvear, que se decreta el Día de los Trabajadores.
Hoy, a 137 años de aquellas luchas, la situación de los trabajadores continúa siendo motivo de luchas. Salarios empobrecidos, precarización laboral, desempleo creciente, violencia y maltrato, inseguridad ante la situación previsional, son indicadores de que la pelea de los distintos sectores del trabajo, por reivindicaciones, continúa.
Trabajadores sumidos en la pobreza, que ya no pueden satisfacer necesidades básicas de su familia, a los que educación y salud se les convierte en un bien inalcanzable. Trabajadores que no se sienten representados por dirigentes gremiales que responden a otros intereses, trabajadores que abrigan en forma permanente la amenaza del desempleo ante el riesgo de recesión económica.
Por su parte el sector de jubilados y pensionados son, al igual que trabajadores en actividad, la variable de ajuste de las deficientes políticas económicas de los estados nacional y provincial.
Jubilados y pensionados sometidos a ajustes permanentes, quitándoles derechos adquiridos y restándoles permanentemente a sus salarios. Realizaron aportes en tiempo y forma, debieran tener salarios dignos, pero en cambio son discriminados y sometidos a vivir, en muchos casos, en situación de indigencia.
A este desolador panorama en que se encuentran trabajadores activos y en situación de pasividad, se suma una obra social, tal como Apross, que no cumple su función en el interior provincial.
La Asociación Jubilados de Argentina –AJA-, exhortando a que se tome conciencia de la situación laboral, saluda a todos los trabajadores en este día. Casi nada para festejar, mucho para recordar y reflexionar estimados trabajadores.