La semana pasada se realizaron dos asambleas en la ciudad donde anunciaron la creación de una Coordinadora de Educación.
El pasado 3 y 6 de mayo docentes autoconvocados se reunieron en asamblea para dialogar sobre su situación salarial y los pasos a seguir para la conformación de una Coordinadora de Educación en la provincia.
TRIBUNA dialogó con Martha Martinengo, docente jubilada de la escuela del trabajo IPET 49, quien afirmó que estuvieron “debatiendo los pasos a seguir, creemos que no es justo lo que estamos ganando”, refiriéndose al último acuerdo salarial.
Según la docente local, la representante provincial Yanina Escobedo está viajando a distintas escuelas de la provincia haciendo reuniones para que los docentes autoconvocados formen la coordinadora y con ella participar en la mesa de discusión salarial.
“Yo no digo que no haya sido significativo en cuestión bolsillo, pero necesitamos que aumente el básico, no podemos seguir teniendo un básico tan bajo. Por otro lado, no fue un aumento bueno para todos los docentes”. Además, comentó que “los jubilados cobran en diferido, y eso no puede ser. Si se da un aumento debe ser para todos”.
Con respecto a la Unión de Empleados de la Provincia de Córdoba (UEPC) dijo que quisieron “firmar rápido”. Y, ante la noticia de que Juan Monserrat será el tercer candidato a legislador por el Frente de Todos comentó que “nos damos cuenta que ellos cuidan sus propios intereses y no se interesan por nosotros”. La actual conducción del gremio “no nos representa”, sentenció.
En las asambleas se leyó un documento que reproducimos a continuación:
“Pasó el fin de semana largo de Pascua, muy ansiado por los docentes cordobeses para recargar las pilas, especialmente en este 2023 que nos encuentra a todos sin energías, envueltos en un conflicto con el Gobierno de la provincia por importantes diferencias. Sin embargo, estos días que eran para descansar, fueron usados para que en cada punto de Córdoba donde hubiera un maestro, se hiciera alguna manifestación de protesta.
Si analizamos la situación, surge la inquietud de descubrir cuál fue el punto de inflexión que marcó la diferencia con otros años en los que, los que negocian nuestro trabajo con el Ministerio, lo resolvían rápidamente y nos dejaban con la sensación de haber sido estafados otra vez.
Durante dos años, nos atravesó una pandemia inimaginable. El sector de la educación, se vio encerrado un día de marzo, con la orden de quedarse en casa, justo cuando se estaba organizando el año escolar, cuando aún no se habían tomado los diagnósticos para conocer la situación de los estudiantes. Pero había que improvisar un sistema educativo sin nada, porque la miseria de los últimos años nos encontró sin tecnología o con dispositivos obsoletos, y los estudiantes en muchos casos, igual que nosotros. Cada familia sabe lo que fue atravesar esa pandemia con hijos escolarizados. Los docentes estuvimos 24 horas de lunes a lunes vinculados a través de WhatsApp con estudiantes, padres, directivos, colegas, etc. Todo fue exigencia e inmediatez.
Cuando salimos de la pandemia, todo empeoró. Ya no importaba la distancia en aulas para 25 personas que albergaban 40; escasa ventilación, problemas con los baños, con el agua, y la presión que había quedado instaurada en los teléfonos con los grupos de personal, que llegaron a ser una tortura. Cualquier día y a cualquier hora se reciben notificaciones, resoluciones, archivos pesadísimos, sin filtro, que hacer colapsar nuestros celulares y nuestro tiempo no laboral. Se alargaron los días de clases con temperaturas de 40 grados, sin ventiladores; exámenes sin suspensión de clases, superposición de coloquios, pasar contenidos y aprendizajes de las planificaciones al cidi con todo lo que implica…
Y la frutilla del postre que nos dejó la pandemia, la ley 10694, que una vez más atacó las jubilaciones.
Allí tomamos conciencia de que más recorte y miseria no puede existir para quienes tenemos a cargo la educación de la población, que al jubilarnos pasamos de pobres a indigentes. Porque los aumentos son engañosos y mentirosos, pero a los jubilados llegan con diferimiento; cálculos en desventaja; las sumas de las “mejoras salariales” de activos de los últimos 20 años, no van a la jubilación; el 82 % ya se entregó hace rato por esta conducción celeste de UEPC…y mucho más: violencia laboral y persecución en las escuelas sin que nadie intervenga, un sistema que favoreció el destrato y la pérdida de humanización. Hoy la Escuela no es el lugar agradable que solía ser: el personal se siente amenazado permanentemente con cuadernos de actuación, conceptos docentes disminuidos, injustificación de inasistencias. Trabajadores que se ven obligados a renunciar a sus cargos, aconsejados por personal de salud que nota de qué manera este ámbito laboral afecta la salud mental.
Cargos vacantes que no se cubren; hay miles de horas sin docentes porque modificaron alcances de títulos, puntajes, etc. No procesan mabs, por lo que quienes toman horas pasan meses sin cobrarlas. Cargos precarios, presiones desde las inspecciones, acusaciones de cualquier índole sin pruebas ni forma de defensa, ausencia de referentes ante quienes reclamar. Y los sindicatos que representan a nuestro sector no logran gestionar para mejorar las condiciones de los trabajadores. Es verdad que no todos estamos afiliados, ya sea por convicciones, desconfianza o imposibilidad de afrontar el descuento mensual con salarios tan deteriorados. Pero hay un sindicato, el que posee la Personería Jurídica por el momento, que se sienta a negociar por TODOS, y no nos gusta cómo lo hace.
Frente a este estado de situación, ¿¿¿cómo pretenden la UEPC, el Estado o la población que nos conformemos con recibir un punto más sobre la línea de miseria de una canasta básica?
¿Dónde quedó el maestro como transmisor de la cultura a las nuevas generaciones, cuando no puede comprar una entrada para el teatro, para ir a un museo, a una muestra artística?
¿Dónde está el docente que los domingos compraba el diario para acceder a los suplementos culturales, que después usaba para trabajar?
¿El que iba a Ferias de Libros y podía comprar alguno para actualizarse, o asistía a Congresos de educación?
El docente del siglo XXI en Córdoba tiene que elegir entre comer o comprar los medicamentos casi sin descuento de Apross; entre comprar calzado para sus hijos o hacerse los análisis que le indicó su médico (que seguro no atiende por Apross), divididos en dos meses, porque el límite es 5 o 6 y al resto la obra social no los cubre. Y si está jubilado, peor…porque cobra mucho menos. La pandemia nos legó la comunicación a través de grupos de WhatsApp que nos torturaron, como ya expresamos antes. Pero eso fue lo que nos permitió autoconvocarnos para negarnos a seguir en manos de negociadores que no nos representan, o que disfrazan los mandatos a su conveniencia. Y esa convocatoria fue rápida y eficiente, porque nos unió en el descontento y lo capitalizamos en reclamos reales, no en catarsis.
Entonces, podemos retomar la idea: ¿Por qué no aceptamos la propuesta del gobierno?
Porque no nos alcanza, si tenemos el salario más bajo de la provincia.
Porque no responde a todos los aspectos requeridos.
Porque no nos escuchan.
Porque otra vez quieren estafarnos los que están atornillados a esas sillas, con sus familias bien ubicadas en el estado.
Porque ahora pretenden enojar a la sociedad que apoya nuestra lucha, diciéndoles que somos pretenciosos y no queremos trabajar.
Porque valoramos nuestro oficio y queremos dejar claro que la vocación nunca fue suficiente, aunque ahora mucho menos, y de continuar con estos salarios y estas jubilaciones magras, nadie querrá ya ser maestro.
En las últimas horas, el Sindicato aceptó la conciliación obligatoria. El mismo que siempre permitió los descuentos por paros, la pérdida de los puntos sumados en las capacitaciones, las modificaciones de la ley de jubilaciones, la pérdida del 82%, la extensión de las clases, el inicio con 40 grados en febrero, la decadencia del Apross, las dificultades para justificar una licencia o una inasistencia, la violencia laboral y más, mucho más. ¿Para qué les sirvió esa personería jurídica de la que se jactan? Para que hoy, pleno mes de abril, la CASA NO ESTÉ EN ORDEN.
Muchas gracias a todos los que nos comprenden, a pesar de que le sumemos algún inconveniente; a los que también la están pasando mal, pero apoyan nuestra lucha; a los medios que no reciben comisión por omitir información sobre nuestro grupo. A los que acompañan con empatía lo que reclamamos.
Docentes Autoconvocados de Villa María y la región.
Abril de 2023”