Junto a los jefes de bancos centrales de las 7 economías más desarrolladas, se reunieron en Niigata, Japón, para discutir una agenda común dentro del bloque.
El encuentro de finanzas del G7 convocó a los representantes económicos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, Italia, Francia y Canadá y se llevó a cabo en la ciudad de Niigata, Japón, entre el 10 y el 13 de mayo.
Las discusiones rondaron en torno a 3 ejes centrales: el alza inflacionaria y la guerra en Ucrania; el desarrollo de políticas económicas que aborden la digitalización, la sanidad y el cambio climático; y las vulnerabilidades de los países de medianos y bajos ingresos para enfrentar el problema de la deuda.
El encuentro contó con varios debates que se enfocaron en el encarecimiento de las materias primas, la energía, el alza de la inflación en los países del llamado “primer mundo” y una fuerte incertidumbre financiera alimentada por el conflicto ruso-ucraniano y el colapso de diversos bancos en EE.UU. y Europa.
Antes de finalizar reiteraron su apoyo a Ucrania en el marco de la guerra y no descartaron la continuidad de las sanciones económicas a Rusia.
Respecto a otras definiciones, se propuso una revisión del sistema bancario y se acordó reconfigurar la regulación del sector como medida para reducir la incertidumbre causada por las recientes quiebras de bancos tanto en Estados Unidos como en ciertos países de Europa. En el comunicado conjunto, el Grupo de los 7 declaró que abordarán “las lagunas en materia de datos, supervisión y regulación del sistema bancario”, sin especificar o profundizar en las formas en las cuales se llevaría a cabo el plan de estabilización.
También se propuso la diversificación de las cadenas de suministro, hoy “altamente concentradas” en un intento de reducir la dependencia de los 7 estados de los productos provenientes de China.