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a Reserva Federal de EE.UU continúa subiendo la tasa de interés elevando el precio del dólar. Esta política de encarecimiento del dinero repercute sobre la economía global generando mayor recesión económica, encarecimiento de los intereses de deuda y, en las economías subordinadas a la exportación de materias primas, aumenta el precio de las mercancías exportables por sobre las del mercado interno.
Estas definiciones impactan de forma directa en el precio del dinero en el territorio nacional. Y es que, aunque los salarios a fin de mes se paguen en pesos, las paritarias son definidas por esa casa central en EE.UU.
Aunque parezca el “blue” un problema de dimensiones nacionales, resulta que es una variable global. Y no debemos mirar de él sus causas en el ámbito económico, como si de un tecnicismo se tratara, sino que es una lucha política por el control de los recursos que presiona a la baja el valor del salario.
En ese marco, referentes políticos y sindicales prometen un rumbo que coincide con la política del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En su llamado a la Concordia, Bullrich, la CGT y Grabois, ponen en palabras aquello que la realidad demuestra en los hechos: reducir el déficit fiscal; incrementar la exportación de minerales, granos y energía; y ejecutar una reforma laboral.
Estos relatos que proponen redistribución y cambios encubren un programa de dominación que une a todas las fuerzas partidarias: el endeudamiento. Ese mismo que hasta acá solo nos condenó a mayor pobreza.