En el marco del 35 aniversario de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) dialogamos con Cristian Horton, presidente de la entidad.
¿Por qué la federación recupera el 29 de mayo como una fecha para conmemorar?
La fecha de fundación es conmemorativa de los compañeros activistas de los 70’ que con la recuperación de la democracia no tuvieron la oportunidad de volver a su trabajo formal producto de haber quedado en las listas negras de la dictadura.
Ellos tuvieron que exiliarse, y después, cuando regresaron, no pudieron volver a su trabajo original teniéndose que organizar en forma cooperativa. Cuando se funda Fecootra esos compañeros que ya habían conformado cooperativas y, en honor a la gesta obrera en Córdoba, deciden elegir el 29 de mayo para fundar la federación.
¿Quienes integran la Fecootra a nivel nacional?
La Federación se crea en el año 1988 con una característica muy territorial, con mayor centralización en la provincia de Buenos Aires, liderada por una cooperativa gráfica llamada Ferrograf.
Con esos compañeros empezaron a emerger muchos debates dentro de las organizaciones sindicales que intentaron recuperar a los militantes. En este contexto se crea la Federación que en poco tiempo se transformó en una organización nacional cambiando su estatuto.
Luego, en 2002, se gesta el fenómeno de empresas recuperadas producto de la crisis que vivió nuestro país. En este contexto la federación se hace más fuerte, ya que empieza a trabajar junto a esos trabajadores que recuperaban las empresas en un contexto de pérdida de trabajos y crisis social proveniente del 2001.
Luego se empieza a recuperar la economía y se acompañó desde Fecootra para que aquellos que decidieron emprender el camino de la economía social lo hicieran. Todo esto decanta en la actualidad en las casi 200 cooperativas que son parte de la Federación.
¿Cómo ves la situación actual de los trabajadores que aún asalariados no logran superar el umbral de la pobreza?
Es una realidad innegable que el mundo del trabajo se empieza a achicar, la tecnología y la concentración de la riqueza desplaza a los trabajadores del mundo, perdiendo condiciones y oportunidades del trabajo. En primer lugar los más afectados eran los trabajadores desocupados, después fueron los trabajadores autogestionados, después los trabajadores informales, y hoy el agua le llegó a los trabajadores formales ya que los convenios están por debajo de la canasta básica.
Por esto, desde hace años decimos que debía haber una organización que contenga a todos los trabajadores. Que toda la clase independientemente de si es trabajador autogestionado, empleado informal o formal, dependemos de una misma condición que es levantarnos todos los días para ir a trabajar.
Ante el mercado ocupamos un mismo rol y la experiencia de ambas CTA ha sido representativa del universo de los trabajadores que están encolumnados en una sola central. Eso hace falta, la CGT también debe abrir las puertas al mundo del trabajo informal y de las organizaciones sociales que nuclean a los trabajadores informales y desempleados.
Tras el continuo endeudamiento del Estado, ¿cómo le afecta a las cooperativas de trabajo esta situación?
Afecta a los trabajadores y al aparato productivo, la ecuación es sencilla: el endeudamiento ha generado una dependencia, no se puede tomar definiciones sobre la dirección de los recursos que producimos. El gobierno de Macri nos condicionó por los próximos 100 años porque en un país rico como la Argentina podríamos pagar la deuda ilegítima y descabellada, pero nos han condenado a un sistema perverso de obediencia y esclavitud que nos condiciona con la toma de deuda.
Hace unos meses se llevaron adelante las elecciones en la cual fue elegido por cuarta vez para presidir la federación, ¿Cuáles son los lineamientos para este mandato?
Es una gran responsabilidad porque el contexto económico que vivimos te obliga a tomar decisiones cotidianamente y no es fácil en una organización de segundo grado con las necesidades que hay en las organizaciones cooperativas.
Cuando asumí la primera vez éramos 35 cooperativas; hoy vamos a llegar a las 200 así que considero que hemos hecho unas cuantas cosas bien, no solo para adentro de la Fecootra sino que hemos armado un marco de alianzas entre el movimiento cooperativo y el movimiento obrero que es muy interesante.
Los objetivos son los iniciales y los que vamos incorporando. En primer lugar, reivindicación como clase trabajadora, mirando la historia para poder avanzar hacia adelante, saber lo que pasó nos ayuda a tomar las decisiones.
Incorporar las nuevas visiones de los jóvenes, donde uno de nuestros ejes de trabajo es el cuidado del medioambiente, el tratamiento de residuos y cómo éste genera empleos dignos. Sin dejar lo productivo, las condiciones de trabajo, la participación, la democracia, sin abandonar estas banderas pero adaptándonos al contexto y a las nuevas problemáticas.
Uno de los puntos centrales en la seguridad social, nosotros conocemos lo que es tener un sindicato que luche por el salario, tener obra social, etc, pero para las nuevas generaciones se ha naturalizado tanto la precarización que ni siquiera se habla de la necesidad de una jubilación digna, por eso, no podemos dejar de lado las luchas por el acceso a la jubilación, el acceso a una aseguradora por el riesgo de trabajo para que estemos cubiertos mientras desarrollamos el trabajo en las cooperativas, el acceso a la obra social, la sindicalización de los trabajadores, etc.