Mauricio, integrante de la Asamblea por el Comedor Universitario, comentó acerca de la semana de actividades y movilizaciones estudiantiles por el comedor universitario.
Con el comienzo del nuevo cuatrimestre los problemas aparejados al transporte público, el alojamiento y la alimentación afectaron directamente a la actividad educativa. Estos se constituyen como problemas frecuentes por los que el movimiento estudiantil reclama en casi todas las ciudades de la provincia.
Tal es el caso de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), uno de los centros educativos más grandes del país, donde desde la Asamblea por el Comedor Universitario vienen desarrollando distintas actividades denunciando la preocupante situación de los estudiantes para continuar con el cursado.
Mauricio, ¿Qué actividad han realizado y cuáles son los principales reclamos?
Desde la Asamblea por el Comedor Universitario, un espacio conformado entre varias organizaciones, hemos organizado la semana pasada la olla popular en la Facultad de Filosofía y Humanidades de Ciudad Universitaria.
La actividad fue bastante concurrida y el marco general de la protesta se debe a que hace un año atrás el comedor no tenía costo y al día de hoy está costando 520 pesos para los estudiantes, un salto bastante grande que atenta a la cursada. Nosotros proponemos que el comedor sea gratuito.
Así intentan cortar por el eslabón más débil, que los estudiantes queden afuera y que sea una universidad totalmente elitista. De esta manera, solamente van a poder cursar los que tienen plata.
¿Cómo fue cambiando esta situación a lo largo del tiempo?
Esta situación es realmente indignante para el estudiantado y la memoria de la lucha estudiantil, porque el comedor universitario fue una iniciativa de los estudiantes de la década del 45´.
Luego, con las luchas de la época del 60` y el 70` se sumaron aún más derechos. En esa época el comedor universitario tenía almuerzo, cena y había colectivos que te pasaban a buscar. Una realidad totalmente distinta.
Hoy, las autoridades universitarias no tienen ninguna mejor idea que ir contra los derechos de los estudiantes atentando la memoria del movimiento estudiantil y tratando de borrar con un plumazo derechos que costaron sangre. No nos olvidemos del Cordobazo, de Máximo Menna, de esos compañeros que lucharon por un país y una sociedad diferente.
Como estudiante de Filosofía y Humanidades me molesta que haya agrupaciones que vayan en contra de la historia y de los intereses del estudiantado en pos de sus intereses privados.
¿Quiénes son los principales impulsores de este proyecto?
La Secretaría de Asuntos Académicos, que ahora se llama Secretaría de Bienestar Estudiantil y Modernización, a cargo de Matías Lingua, militante de la Franja Morada, que tuvo la “brillante” idea primero de reducir el cupo de porciones, donde para poder acceder a la beca tenemos que dar, prácticamente, un certificado de pobreza.
En dicho certificado se hacen preguntas tan absurdas como la de si estás trabajando en negro tenés que llevar un certificado de que estas en esa condición.
Después, Lingua fue quien ideó y presentó el proyecto al Consejo Superior y con la ayuda del centro de estudiantes de Filosofía y Humanidades, la agrupación Sur y demás, terminaron aplaudiendo el proyecto aprobado.
En cuanto a la actividad han denunciado acciones represivas por parte de la Policía de Córdoba ¿Qué sucedió?
Al tiempo de comenzar la actividad, subió una camioneta policial a Plaza Seca, cuestión absolutamente prohibida, sumado a una actitud amedrentadora y amenazante instalándose al lado de la olla. Allí, los policías empezaron a sacar fotos a los estudiantes.
Fuimos a discutir con ellos y nos empezaron a increpar. Entonces, decidimos ir a hablar con las autoridades universitarias, quienes se comprometieron a realizar hábeas corpus a los estudiantes que participamos de la actividad.
Se comprende esta acción en un contexto donde hace tres semanas asesinaron al compañero Facundo Molares, donde la represión está al orden del día y nos vienen a hacer un registro ilegal de fotografías.
Como estudiantes no nos vamos a dejar amedrentar, participamos en la Asamblea porque estamos luchando, no solamente por la educación pública, sino también para cursar, porque si no tenemos apuntes ni alimentos no vamos a poder continuar estudiando.