Distintas entidades bancarias exigieron “equilibrio fiscal” antes que una “drástica dolarización”.
Economistas de Goldman Sachs para América latina publicaron un informe acerca de la dolarización donde comentan que “sin disciplina fiscal, la dolarización es muy dolorosa: implicaría costos muy significativos en términos de crecimiento y empleo, o eventualmente colapsaría”.
El informe titulado “¿La dolarización es una oferta que no se puede rechazar?” plantea que “un ajuste fiscal, estructural rápido y tangible, junto con un banco central independiente y responsable, libre de las garras del dominio fiscal, una liberalización financiera, evitando los controles cambiarios y de capital, y reformas estructurales para hacer la economía más abierta, productiva y flexible, podrían ser suficiente para poner a la economía en un camino sostenible sin la necesidad de adoptar el paso drástico de la dolarización”, concluyeron los autores Alberto Ramos y Sergio Armella.
Por otro lado, el economista jefe para América latina del Banco Mundial, William Maloney, dijo en una conferencia de prensa en Washington que “la dolarización puede ser útil para moderar las expectativas de inflación porque se limita la capacidad del banco central para imprimir el dinero. Pero si no hay una reforma fiscal se van a producir otras distorsiones y problemas”.
Ese mismo día, la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba, privados nacionales) y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA, extranjeros) emitieron un comunicado en el quecomentaron que “un programa económico creíble, sustentado en la disciplina fiscal y buen manejo de la cuestión monetaria/cambiaria, las Leliqs no constituyen un problema en sí”.
Para las entidades, con la reducción del stock de las Leliqs se “liberará recursos que podrían orientarse hacia el crédito bancario y a instrumentos del mercado de capitales”. Por ello, el próximo gobierno debería “diseñar e implementar correctamente un plan económico consistente y, en este marco, las Leliqs podrían normalizarse sin necesidad de ninguna medida extrema, que implique aceleración inflacionaria o incumplimiento de contratos”.