La cifra de muertos en la Franja tras los ataques israelíes asciende a más de 10.800, entre ellos 4.400 niños.
Tras un mes desde el ataque de Hamas y la respuesta de Israel, el conflicto en la Franja de Gaza se ha recrudecido, dejando más de una decena de miles de fallecidos en el lado palestino.
En este marco, miles de manifestantes se lanzaron a las calles de las principales ciudades de Europa, Asia y América para reclamar por el cese de los ataques israelíes y la ayuda humanitaria a los habitantes de Palestina.
En Londres, cerca de 300.000 manifestantes solicitaron al primer ministro británico, Rishi Sunak, el llamado al alto al fuego. La movilización se replicó en otras ciudades como Manchester, Belfast y Glasgow. Tras la protesta, la policía londinense detuvo a 82 personas que intentaron arremeter contra quienes marchaban pacíficamente en favor de Palestina.
Este tipo de movilizaciones se replicaron en las capitales de Argentina, Francia, España, Suecia, Dinamarca, Indonesia, Irak, Malasia y Turquía, en donde el presidente, Recep Tayyip Erdoğan, se dirigió a la multitud aludiendo que “los principales culpables de las matanzas en Gaza son los occidentales. Con la excepción de algunas conciencias que alzaron la voz, estas masacres son totalmente obra de Occidente”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el 28 de octubre la incursión terrestre del ejército en el territorio de Gaza y expresó el inicio de una “nueva fase” de la guerra. “Nuestros soldados están luchando dentro de la franja. La operación será larga y difícil, y será nuestra segunda guerra de independencia”, afirmó el mandatario.
En la región
El jueves 9 de noviembre, el ejército de Israel inició una ofensiva en el sur del Líbano contra milicianos de Hezbollah. Tras ello, Hassan Nasrallah, el líder del grupo chiíta, advirtió a Israel respecto a iniciar un nuevo conflicto en su país. “Existe la posibilidad de que esto derive en un recrudecimiento adicional o en que provoque una guerra amplia”, afirmó.