Dialogamos con Laura Carizzoni, integrante del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), sobre la situación del sector y la mirada de los trabajadores de las radios.
¿Cómo se dio el surgimiento de FARCO?
Farco es una red nacional de radios comunitarias que fue creada hace ya unos 28 años por un grupo de aproximadamente 30 radios de distintos lugares del país que venían buscando las maneras de encontrarse, de articular, de discutir las necesidades propias del sector. En los 90’ las radios comunitarias han nacido como formas de organización y de participación de algún sector del pueblo a través de organizaciones sociales comunitarias, cooperativas, bibliotecas, clubes, organizaciones gremiales y comunidades originarias que buscaban expresarse.
Avanzando los 90’ hubo mucha necesidad de resistencia frente a todo lo que fue la persecución a las radios que se les llamaba las “FM truchas”, denominadas de esta forma porque no tenían licencia para operar debido a una ley vieja de la dictadura. De allí también que FARCO tuviera mucha participación junto a otras organizaciones que armaron la Coalición por la Radiodifusión Democrática para que luego, ya entrada la década de los 2000, se generara la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que a pesar de haber sido recortada por decreto de la gestión macrista, es la ley que sigue vigente y que marca un salto muy grande para muchas radios que afloran en esa época.
¿Cómo se construyó la identidad colectiva de la red?
Cada radio tiene sus connotaciones propias y son muy diversas, pero generalmente las radios comunitarias nacieron como forma de militancia y de organización popular y se han conformado por grupos que querían sostenerlo como medio de trabajo de forma cooperativa.
Hemos incorporado en la formación interna todo lo que tiene que ver con el cooperativismo y la gestión cooperativa de nuestras radios en la búsqueda de generar las condiciones para que puedan funcionar y tener una sostenibilidad en el tiempo con las personas que puedan trabajar en el medio. Si nos reconocemos como trabajadores y trabajadoras, entonces necesitamos también buscar formatos jurídicos en nuestra organización que viabilicen estas formas de trabajo.
Cada vez es más evidente que para poder estar al aire, tener buena programación, reponer o reparar equipos que son costosos, pagar los servicios (por ejemplo, la energía eléctrica, que es un costo alto para las radios) y poder sostenerlo en el tiempo es muy difícil sin gente que esté cobrando por su trabajo. Si vos tenés que trabajar de lo que fuera y gestionar el medio cuando te queda tiempo, o un par de horas por semana, es muy difícil que esa radio pueda tener programación diaria de calidad, con actualidad, con presencia, además que ahora también hay que tener trabajar las multiplataformas, porque ya no alcanza solo con la radio, complejizando un poco la tarea.
¿Cuál es la situación actual de los trabajadores de radio?
Gracias al reconocimiento de los gobiernos que fueron dando al trabajo de los medios comunitarios, populares y cooperativos, podríamos decir que del 2013 para acá ha mejorado la situación económica de las radios, sobre todo comparado con las que surgieron hace 25 años. Sin embargo, en relación con trabajadores de otros rubros nos falta mejorar la situación económica. En general se cobra menos de lo que se debería cobrar, sobre todo en estos últimos dos años que con tanta inflación, con tanto aumento de precios, es muy difícil saber cuánto debería cobrar un trabajador para que pueda sostenerse.
En la situación de crisis actual del país, sobre todo en los últimos dos años, no hay casi ningún gremio que esté conforme con lo que cobra, entonces si uno hace ese análisis podría decir que estamos mal pagos. ¿Hay que compararse con el costo de la canasta básica? ¿Con lo que sale un alquiler? ¿Con qué hay que compararse? No hay una mirada unificada sobre eso, pero lo que sí hemos buscado entre las cooperativas son parámetros sobre cómo tenemos que repartir el ingreso que vamos generando entre los trabajadores y trabajadoras.