A dos meses de la marcha universitaria del 23 de abril, los sindicatos continúan el reclamo salarial.
La semana pasada, los gremios agrupados en el Frente Sindical Universitario realizaron 72 horas de “visibilización” en reclamo por la pérdida salarial que afrontan los trabajadores docentes y no docentes.
La medida transcurrió entre los días martes 25 y jueves 27 de junio bajo la consigna “No hay universidad de calidad sin salarios dignos” e incluyó la realización de clases públicas, asambleas y volanteadas en todas las universidades nacionales.
En este marco, Apuvim, el gremio del personal no docente de la UNVM, realizó una pegatina de carteles y banderas en el campus universitario. La actividad también contó con la participación del sindicato docente, Adiuvim.
“La falta de actualización salarial ha llevado a que el 50% de los no docentes se encuentren actualmente bajo la línea de pobreza, reflejando un deterioro alarmante en las condiciones económicas y familiares”, denunció Diego Vilches, representante de Apuvim, en declaraciones al diario Puntal.
“Desde diciembre de 2023 hasta nuestros días los salarios de los trabajadores y trabajadoras docentes aumentaron un 61,4% mientras que la inflación reflejada en los precios fue del 133,4%, según un informe elaborado sobre la base del instructivo para la liquidación de los salarios del personal docente de las universidades”, denunció en un comunicado el gremio Adiuvim.
A su vez, el martes 25 hubo una concentración frente al Palacio Sarmiento, sede de la Secretaría de Educación de la Nación, donde el Frente Sindical entregó un petitorio a las autoridades exigiendo la inmediata apertura de la mesa de negociación paritaria.
“Desde que asumieron nos convocan únicamente para comunicarnos supuestos aumentos que definen de manera unilateral y sin ninguna relación con la enorme pérdida salarial que viene tolerando el sector”, señaló el secretario general de CONADU, Carlos De Feo.
A fines de mayo el Gobierno Nacional llegó a un acuerdo con las universidades nacionales en torno a la actualización por inflación de los gastos de funcionamiento, que representan el 10% del presupuesto universitario. Sin embargo, como denuncian los gremios, no hubo acuerdo en la paritaria, que representa el 90% restante.