El ministro de Economía, Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, luego de la conferencia en la que anunciaron el inicio de una nueva etapa de la gestión económica, se reunieron con 80 representantes del sector financiero.
En el marco del encuentro que se desarrolló el lunes pasado en el Salon Bosch del Banco Central (BCRA), los funcionarios explicaron el instrumento que utilizarán para migrar el stock remanente de 17,5 billones de pases pasivos del BCRA hacia el Tesoro y cerrar así el “grifo” del pago de intereses de dichos pases.
La letra fiscal de liquidez (Lefi) fue lanzada oficialmente el pasado miércoles, a través del decreto 602/2024. El nuevo título será emitido por hasta $20 billones a un año de plazo y sólo podrá ser negociado entre las entidades financieras y el BCRA.
Entre los banqueros presentes estaban Eduardo Elzstain (Banco Hipotecario), Fabián Kon (Galicia), Juan Cuattromo (Banco Provincia), Guillermo Laje (Banco Ciudad), Pierpaolo Barbieri (Ualá), Claudio Cesario (ABA), Francisco Gismondi (Adeba) y Marcelo Mazzón (Abappra), entre otros.
En un comunicado conjunto, las centrales del sector ABA, ADEBA y ABE ratificaron su apoyo al programa, añadiendo que aguardan encontrar “una solución conjunta a los compromisos existentes en los contratos de put emitidos por el BCRA, de manera de facilitar la programación monetaria”.
Sin las fuerzas del mercado
“El mercado está empezando a cuestionar la sustentabilidad de este programa económico” declaró Todd Martinez, director senior en la calificadora Fitch, durante una videoconferencia. Sostuvo que algunas medidas que permitieron “ganancias iniciales importantes” como la “dramática reducción en el poder de compra de jubilaciones” y el freno a “pagos a productores de energía” son “temporarias y están llegando a su fin. Está claro que el programa inicial de shock cumplió su ciclo y tiene que haber un cambio hacia medidas más sustentables”.
Estas declaraciones tuvieron por contexto una suba de los dólares financieros y una caída de acciones que se iniciaron tras los anuncios económicos del Gobierno.
Por su parte, Orlando Ferreres, director de la consultora Orlando J. Ferreres, en declaraciones radiales, describió el anuncio como “una especie de Plan Bonex para los bancos”. “Con otro nombre, con otro tipo de deuda, pero es lo mismo que hizo Erman González” añadió y concluyó que “eso es lo que no gustó a los mercados y no fue traducido así por el periodismo, por los políticos”.
Tras estas declaraciones, Fausto Spotorno, director de la misma consultora, anunció su renuncia en el Consejo de Asesores del Presidente, integrado por economistas y empresarios.
Javier Bolzico, titular de ADEBA, le respondió “no tiene nada que ver con el Plan Bonex. Lo más importante es que tampoco hay ninguna de las condiciones que en su momento lo justificaron”. Por el contrario, destacó que en mayo y en junio la tendencia del crédito “comenzó a revertirse” ya que “creció en términos reales el crédito de los bancos al sector privado”. Para Bolzico, esto es “una lucecita de esperanza” que de repetirse “dos o tres meses más” permitiría comenzar a hablar de “un cambio de tendencia”.