La declaración firmada reafirma el compromiso de constituir un Estado palestino unificado con capital en Jerusalem.
El 23 de julio, con la mediación de China, 14 facciones palestinas firmaron la llamada “Declaración de Beijing sobre el Fin de la División y el Fortalecimiento de la Unidad Nacional Palestina”. Entre las facciones que adhirieron al acuerdo de unión nacional se encuentran Hamas, quien gobierna en Gaza, y Al-Fatah, que gobierna Cisjordania.
Según lo expresado por Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, el acuerdo firmado entre las partes “reafirma el compromiso de establecer un Estado independiente de Palestina con Jerusalén como su capital de acuerdo con las resoluciones pertinentes de la ONU y de garantizar la integridad del territorio palestino, incluidos Cisjordania, Jerusalén y Gaza”.
Durante el encuentro con las facciones, el gobierno de China presentó su iniciativa de tres pasos como respuesta al conflicto palestino-israelí. La misma consiste en “promover un alto el fuego integral, duradero y sostenible en la Franja de Gaza (…), adherirse al principio de ‘administración de Palestina por parte de los palestinos’… y ayudar a Palestina a convertirse en Estado miembro de pleno derecho de la ONU y ponerse a implementar la solución de dos Estados”, según declaró Mao.
La declaración fue criticada por el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, a través de su cuenta de X. “En lugar de rechazar el terrorismo, Mahmoud Abbas (de Al-Fatah) abraza a los asesinos y violadores de Hamás, revelando su verdadero rostro”, declaró Katz.
A la par de la firma de las negociaciones en China, Israel bombardeó el sur del Líbano tras un ataque de drones por parte de Hezbolá. Tras el bombardeo, la agrupación libanesa respondió atacando con cohetes.