Las protestas produjeron la renuncia de la primera ministra y la formación de un gobierno provisional encabezado por el banquero Muhammad Yunus.
El sábado 3 y domingo 4 de agosto las protestas se recrudecieron en el país asiático, luego de más de un mes de su inicio, donde se sumaron 100 muertos a los más de 300 de las semanas anteriores.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes, tomaron el Palacio de Gobierno obligando a renunciar a la primera ministra, Sheikh Hasina. Además, el presidente del país, Mohamed Shahabuddin, disolvió el Parlamento y liberó a los detenidos de las protestas.
El lunes 5 la cúpula militar realizó una reunión con representantes civiles, económicos y de la policía para armar un nuevo gobierno provisional, asumido por Muhammad Yunus, banquero que ganó en 2006 un Nobel de la Paz por el desarrollo de un sistema de microcréditos para pequeños emprendimientos.
“Recuperar el orden es mi tarea”, dijo en su asunción llevada a cabo el viernes ante la presencia de la cúpula militar, representantes del poder judicial y funcionarios de la ONU, la Unión Europea, EE.UU., entre otros.
En su discurso sostuvo que “quien propague el veneno de la anarquía” verá frustrado su plan por “las fuerzas de la ley y el orden, incluidos los estudiantes victoriosos”. Por su lado, el vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, apoyó a Yunus y pidió una transición “ordenada y pacífica” por medio de la convocatoria a nuevas elecciones.