Aluden a la “falta de dólares”. En junio se dieron protestas similares por los mismos motivos.
Los transportistas de carga internacional comenzaron una huelga y bloquearon alrededor de 22 vías en cinco de los nueve departamentos de Bolivia, en protesta por la escasez de combustibles que imposibilita llevar mercadería dentro y fuera del país.
El presidente de la Cámara Boliviana de Transporte, Héctor Mercado, aseguró que las protestas incluyeron “un paro nacional indefinido con toma de puntos específicos en todos los departamentos del país y fronteras”. Además señalan que la insuficiencia de dólares también limita el comercio importador y que las unidades de transporte bajan su actividad laboral.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció en su cuenta de X la creación de un Comité Interministerial para “solucionar la problemática”. Además anunció que “tenemos cuatro buques esperando en Arica (Chile) a ser descargados para normalizar, en los próximos días, el suministro de combustibles en el país. Esto podrá ser posible, siempre y cuando los bloqueadores permitan el ingreso de las cisternas y posterior distribución”.
El embajador de Rusia en Bolivia, Mikhail Ledenev, aseguró que “esta crisis será resuelta porque ya vinieron algunos barcos con el combustible ruso”. Y según el medio Bolivia Tv Oficial en los últimos días, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) despachó un millón de litros adicionales de diésel a todo el país.
Durante el fin de semana el transporte pesado decidió dar un cuarto intermedio en sus medidas de presión hasta el 6 de agosto por las fiestas patrias, tras una reunión con el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Germán Jiménez.