El gigante asiático habilitó nuevas áreas para la entrada de capitales extranjeros en la economía nacional.
El domingo 8 de septiembre, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (CNDR), organismo encargado de formular y ejecutar las políticas de desarrollo económico y social del país, presentó una nueva “Lista Negativa para la Inversión Extranjera” que permitirá la entrada de capitales en nuevas áreas económicas.
La medida, que entrará en vigor el 1 de noviembre, reduce de 31 a 29 las áreas prohibidas para el ingreso de inversión extranjera directa, decisión que permitirá a los capitales extranjeros invertir en la industria de la manufactura y la salud.
¿Qué es la “Lista Negativa para la Inversión Extranjera”?
La entrada al mercado chino está regulada por las listas negativas y el catálogo de estímulos para la inversión extranjera del país, que estipulan sectores restringidos o prohibidos y sectores abiertos a los inversores extranjeros, respectivamente. |
“Es una medida importante para construir nuevos sistemas para un alto nivel de apertura de la economía” y “demuestra la inquebrantable determinación de promover la liberalización de la inversión”, sostuvo el director del Departamento de Capital Extranjero e Inversiones en el Extranjero del gobierno chino, Hua Zhong.
El anuncio realizado hace unas semanas es la resolución de un proceso iniciado a principios de este año. De hecho en marzo, la Comisión comenzó a revisar las áreas en las cuales se necesitaba atraer capital. En consonancia, el primer ministro chino, Li Qiang, aseguró que China trataría de atraer más inversión extranjera.
Asimismo, el 20 de agosto se realizó una reunión entre el Consejo de Estado, el gabinete chino y el primer ministro. Allí se definió la eliminación de las barreras a las inversiones en el sector manufacturero a la par que se llama a la apertura de sectores como las telecomunicaciones, la educación y los servicios de atención médica, lo que quedó plasmado en la nueva “lista negativa” de la CNDR presentada en septiembre.
China como foco de la inversión extranjera
En 1979, bajo el gobierno de Deng Xiaoping, China comenzó un proceso de reformas económicas tendientes a liberalizar la economía. Asimismo, se dió inicio a la aparición de Zonas Económicas Especiales (ZEE), espacios con una normativa diferenciada que buscaban ser receptores de capital extranjero.
A partir de los años 90’, en el marco de la llamada “Reforma y apertura”, China se convirtió en un foco de inversiones extranjeras. Según los datos del Banco Mundial, en 1990 la inversión directa extranjera (IDE) representaba el 0,96% del PBI chino, en 1993 la IDE suponía más del 6%.
Con el intento de incrementar la IDE, el 1 de enero de 2020 entró en vigor la nueva Ley de Inversiones Extranjeras que pretendía acelerar el proceso de apertura del mercado nacional a capitales extranjeros. En 2015 se había propuesto una norma similar, sin embargo, por diferencias en cuanto al contenido entre sectores políticos se terminó descartando.
Según un informe de 2023 presentado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la entrada de IDE a China aumentó un 4,5% en relación al año anterior, lo que posicionó al gigante asiático como el segundo mayor receptor de capitales extranjeros del mundo. El incremento de las inversiones estuvo dirigido, principalmente, hacia las industrias manufactureras y de alta tecnología (principalmente equipos electrónicos y de comunicación).