Dialogamos con Sebastián Maturano, secretario de la Juventud Sindical de la CGT, sobre coyuntura política y situación del movimiento obrero.
La semana pasada se reglamentó la reforma laboral, ¿qué lectura hacés acerca de esta decisión y las implicancias para los trabajadores?
Toda reforma laboral es mala. Prometen que perdonando infracciones y multas va a bajar la informalidad. Es totalmente mentira.
También habla del “trabajador independiente” que va a tener sus tres colaboradores, algo que intensifica la precarización laboral y que no va a sumar tampoco. Todo lo que se está intentando hacer va a terminar beneficiando a los mismos de siempre.
Y en términos generales, ¿qué lectura tenes de la situación política y económica en Argentina?
Enfrentamos una recesión en donde la política económica del gobierno es “déficit cero” a costa del parate en la economía debido a que la gente no tiene trabajo, ni dinero, y se para la rueda comercial que debe circular. Vemos un ajuste, más pobreza y desempleo que lo termina pagando el pueblo. Es decir, a costa del hambre del pueblo, de los jubilados, es que logran el déficit cero.
Este gobierno ya tuvo dos grandes gestos con lo que demuestra su rumbo, al vetar la ley de la recomposición de ingresos para jubilados y del financiamiento a las universidades, pilares que hacen grandes al desarrollo de un país.
Algunos números retratan la situación actual del país: pobreza casi en el 53% de la población, un 30% de los trabajadores registrados son pobres, 70% de los trabajadores informales están bajo la línea de la pobreza, parece ser un problema estructural.
Sí, esto viene hace varios años ya. En el gobierno pasado, y el anterior, ya veníamos observando estas variables y una de las que más preocupa es que los trabajadores formales, sindicalizados y registrados, están por debajo de la línea de la pobreza.
Una preocupación contra la que cada dirigente de su actividad tiene que luchar para que no suceda. Ahora bien hay representantes que ven esto y luchan y otros que sostienen que es mejor conservar la fuente laboral. Entonces ahí estamos en un momento de discusión en esa dicotomía.
Pero no se trata solamente del dirigente, sino también del abuso de la parte empresaria. Acusan varios años de crisis y sostienen que para mantener su empresa el primer costo que hay que reducir son los trabajadores.
Es un deterioro estructural lo que está pasando en nuestra patria y hay que buscarle la forma. La forma es la que describe al argentino, la lucha, la resistencia, demostrar fuerza, unidad y sobre todo solidaridad cuando el pueblo lo necesita. El pueblo le reclama al único que le puede hacer fuerza al gobierno, que es el movimiento obrero. En ese sentido no solamente los dirigentes sindicales son importantes, sino todo el arco político.
Vos planteaste recientemente que “ante un veto, un paro”, y la necesidad de que la CGT tome un rol protagónico, ¿qué está sucediendo hoy con la central?
Hoy el movimiento obrero está unido pero siempre tenemos nuestras diferencias. Ante este sistema autoritario del gobierno hay que ponerle un parate. En la última reunión de comisión directiva que tuvimos en la CGT yo les manifesté que en este contexto un paro general debe ser por más de 24 horas.
¿Podríamos decir que la tarea del momento de la CGT es la realización de un paro general?
Si, totalmente. En ese sentido se armó una Mesa Nacional de Transporte en donde se juntaron varios sindicatos, aeronáuticos, colectiveros, camioneros, entre otros, y es por cómo está viviendo el transporte en general la política de este gobierno. El paro Hoy es una fuerza estratégica que tienen todos los trabajadores del transporte en caso de accionar una medida de fuerza que podría detener la circulación.
El martes por la mañana realizaremos un plenario general entre todos los secretarios para analizar lo que se está haciendo a nivel nacional, qué es lo que está sucediendo en cada rama de transporte y determinar si la fecha de paro va a ser el 17 de octubre.