En su cumbre ampliada llevada a cabo en Rusia presentaron una plataforma de pagos para países miembros y apoyaron una reforma del Consejo de Seguridad de la ONU.
Entre el 22 y el 24 de octubre se desarrolló en la ciudad de Kazán, Rusia, el decimosexto encuentro del BRICS, el bloque conformado por Brasil, India, China, Sudáfrica y el país anfitrión. En esta ocasión, se trató de la primera reunión que contó con la participación como miembros plenos de Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía.
En el discurso de apertura, el presidente ruso Vladimir Putin, propuso abrir una “bolsa de cereales BRICS”, iniciativa que consideró como una contribución para “proteger los mercados nacionales de las interferencias externas negativas, la especulación y los intentos de crear una escasez artificial de alimentos”.
Por su parte, Xi Jinping, presidente de China, reafirmó su compromiso con Rusia. “La situación internacional vive importantes cambios y turbulencias, pero eso no puede mermar mi convencimiento en la inquebrantable elección estratégica de ambos países“, sentenció Xi.
Entre los principales puntos de la declaración final del bloque, se destaca el apoyo a una reforma de la ONU, incluyendo su Consejo de Seguridad, con el fin de incrementar su democracia y representatividad. Concretamente, subrayó la importancia de que países africanos, asiáticos y latinoamericanos tengan una mayor presencia en la gestión del organismo.
En este marco, se presentó formalmente BRICS Pay, una plataforma de pagos probada durante el Foro Empresarial de los BRICS en Moscú realizado en octubre, que busca “mejorar la cooperación financiera” a través del uso de monedas locales en transacciones financieras entre los países del bloque.
El documento declara: “Fomentamos el fortalecimiento de las redes de banca corresponsal dentro de BRICS y la posibilidad de liquidaciones en monedas locales, de acuerdo con la Iniciativa de Pagos Transfronterizos de BRICS (BCBPI), que es voluntaria y no vinculante, y esperamos continuar las discusiones en esta área”.
Finalmente, durante la reciente cumbre se aprobaron los ingresos como miembros “asociados” de Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. El estatus de asociado es similar al de observador en otras alianzas y puede considerarse un paso previo a su incorporación como miembros plenos del bloque.
En este grupo pudieron sumarse Argentina y Arabia Saudita, cuyas solicitudes de ingreso fueron aprobadas en la cumbre del año pasado, pero la gestión de Javier Milei retiró la solicitud argentina y el país arábigo no concluyó las formalidades de ingreso.
En la lista de espera quedó Venezuela, a pesar de la asistencia del presidente Nicolas Maduro al encuentro, debido a que Brasil vetó su incorporación. “Yo no defiendo la entrada de Venezuela. Creo que hay que ir despacio. No sirve de nada llenarlo de países porque en nada habremos creado un nuevo G-77″, explicó Celso Amorim, asesor del gobierno de Lula Da Silva.
Tras el veto, el gobierno venezolano llamó este miércoles a consultas a su embajador en Brasil, Manuel Vedell. En un comunicado, el canciller venezolano, Yván Gil, consideró que Amorim se comporta “como un mensajero del imperialismo estadounidense“.