A tres años del inicio de la guerra, la Casa Blanca restablece su relación con el Kremlin para darle fin al conflicto, al tiempo que condiciona a Ucrania a ceder minerales estratégicos para saldar su deuda con el país norteamericano.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, se reunió el martes pasado en Riad, Arabia Saudita, con el canciller ruso, Sergei Lavrov. El encuentro representó la primera reunión entre ambos gobiernos desde enero de 2022, antes del inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Ambos gobiernos acordaron designar equipos “de alto nivel” para empezar a trabajar en el fin al conflicto en Ucrania; abordar “los aspectos irritantes de nuestra relación bilateral” para “normalizar” las misiones diplomáticas; y “sentar las bases para una futura cooperación en asuntos de interés geopolítico mutuo y oportunidades económicas”, según afirmaron desde la Casa Blanca.
“Hoy es el primer paso de un viaje largo y difícil, pero importante”, declaró Rubio tras la cumbre. Por su parte, Lavrov dijo a la prensa que “han acordado que cuando sus intereses no coinciden, necesitan resolver los problemas en lugar de provocar conflictos”.

El encuentro había sido anunciado la semana anterior por ambos gobiernos como una continuidad del diálogo inicial entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin, quienes mantuvieron un intercambio telefónico en el que coincidieron en llegar a un arreglo “a través de negociaciones de paz”, según declaró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Tras la llamada con Putin, el presidente Trump conversó con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que explicó en X la mutua “disposición a trabajar juntos a nivel de equipo” y le agradeció al norteamericano por “su interés en lo que podemos lograr juntos”.
“Es hora de detener esta guerra ridícula, donde ha habido muerte y destrucción masivas y totalmente innecesarias. ¡Dios bendiga a los pueblos de Rusia y Ucrania!”.
Donald Trump, en su red social Truth Social.
Sin embargo, tras el anuncio de la reunión entre los funcionarios en Riad, Zelenski declaró a la prensa no haber sido informado de la misma y rechazó cualquier acuerdo que no involucre a Ucrania en las negociaciones. “Nunca aceptaré ninguna decisión entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania”, sentenció. “Esta es la guerra en Ucrania, contra nosotros, y son nuestras pérdidas humanas”, añadió.
En una reunión de trabajo con gobernadores el pasado viernes, Trump le respondió desestimando la importancia de su presencia en las reuniones para poner fin al conflicto. “He tenido muy buenas conversaciones con Putin y no tan buenas con Ucrania. Ellos no tienen ninguna carta, pero se hacen los duros“, aseguró.
A su vez, calificó como “dictador” al mandatario ucraniano: “Quieren un asiento en la mesa, pero… ¿no tendría el pueblo de Ucrania voz y voto? Ha pasado mucho tiempo desde que tuvieron elecciones”.
Se tensionan las viejas alianzas
Sin lugar en la mesa de EE.UU. y Rusia, el presidente ucraniano asistió a la cumbre de seguridad que se celebra anualmente en Múnich, Alemania, buscando reforzar sus alianzas con la Unión Europea. “Creo realmente que llegó el momento de crear las fuerzas armadas de Europa”, declaró en su alocución.

A su vez, anunció que rechazó una oferta presentada en Kiev por Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, que le habría otorgado a Estados Unidos acceso al 50% de los minerales estratégicos de Ucrania como reembolso por el apoyo financiero durante la guerra.
Por su parte, Pete Hegseth, secretario de Defensa estadounidense, reforzó el cambio de paradigma de la Casa Blanca durante la última reunión del Grupo de Contacto de la OTAN para la Defensa de Ucrania, en Bruselas, donde rechazó la adhesión de Ucrania a la alianza. Además calificó la posibilidad de recuperar las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 como un “objetivo irreal” y aseguró que no habrá tropas estadounidenses desplegadas en la zona de conflicto.
“Estados Unidos no tolerará más una relación desequilibrada que fomente la dependencia. Al contrario: nuestra relación tendrá como objetivo fortalecer a Europa para que asuma plenamente la responsabilidad de su propia seguridad”, cerró el funcionario.
En este contexto, Emmanuel Macron, presidente de Francia, convocó en París dos encuentros con varios de sus pares de la Unión Europea y Canadá (integrante de la OTAN) para debatir el futuro de Ucrania y definir una respuesta común a fin de reforzar la seguridad de Europa. En ese marco, también se discutió la posibilidad de reforzar con tropas propias el terreno ucraniano.