Informe sobre los efectos económicos del esquema financiero actual: crecen los despidos y la paralización de las industrias.
El contexto de depresión del consumo, salarios congelados, desempleo, y encarecimiento en la cadena de costos operativos están generando un embudo económico en el que apenas algunos sectores logran sostener la rentabilidad.
La crisis golpea a trabajadores, pequeños comerciantes y algunas fábricas. Los estratos industriales con mayores márgenes de ganancia, como el de hidrocarburos, también aprovechan el momento y buscan competitividad ajustando salarios y despidiendo.
La semana pasada, la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) denunció el despido de 20 trabajadores mineros en la empresa NRG que provee arenas para fracking en Allen, en las cercanías de Vaca Muerta. Además, NRG pidió una convocatoria de acreedores aduciendo que se encuentra en crisis.
Según reportó el delegado local de AOMA, Kevin Muñoz, a Radio la Voz de Oro, “estamos en una situación crítica. La empresa nos desvinculó y no quiere pagar indemnizaciones. Nos ofrecieron liquidar en cuotas y dicen no tener plata, pero siguen comprando arena en otros lados”. Además informó que ya contabilizan cerca de 200 despidos.
Otro conflicto latente en el sector de hidrocarburos se desarrolla en Mendoza. A través del denominado Plan Andes, la empresa YPF está en proceso de desprendimiento de la explotación de hidrocarburos convencionales para dedicarse a los no convencionales.
En ese marco, este mes aconteció un paro por despidos en la refinería de YPF en Luján de Cuyo. Desde el Sindicato de Petróleo y Gas Privado reclamaron el despido injustificado de alrededor de 400 operarios y la falta de pago de indemnizaciones con el traspaso de YPF a la empresa Petróleos Sudamericanos S.A.

“Están tirándose la pelota uno al otro. Ni YPF ni Petrolera Sudamericana se hacen responsables de la antigüedad de los trabajadores. Más de 300 compañeros quedaron desocupados y casi 100 aún no pudieron cobrar”, reclamó Gabriel Barroso, secretario general del gremio.
En el sector alimentación, trabajadores de Molinos Río de la Plata, junto a la Comisión Interna y la dirección del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) , decidieron en una asamblea iniciar el miércoles 17 un paro por tiempo indeterminado ante el despido de seis trabajadores. Al día siguiente la empresa, ubicada en Esteban Echeverría, despidió a cuatro operarios más.
Según un comunicado de la Comisión Interna, “no sólo están despidiendo ilegalmente, están ejecutando un proceso de desindicalización, imponiendo la precarización laboral para producir, afectando la salud y la seguridad del resto de los trabajadores”.
Otras dos firmas del mismo sector también avanzan con planes de achicamiento y recorte salarial. En un comunicado difundido por el Cuerpo de Delegados de Sancor, los operarios remarcaron que la firma “nos adeuda hacia atrás del concurso, y tampoco nos paga hacia adelante”. “La paralización de la actividad conlleva directamente a una quiebra donde quedaremos todos sin trabajo”, alertaron.
Por su parte, trabajadores de la empresa Georgalos realizaron una manifestación en Panamericana luego de que cinco trabajadores fueron despedidos a mediados de junio.

Según informó la Comisión Interna, los despidos se produjeron “sin causa” luego de que el personal participó de un paro convocado por el STIA ante la sobrecarga laboral. “La empresa pretende aumentar los ritmos de producción, haciendo lo mismo con menos personal. Frente a eso hicimos un paro legal. Pero en lugar de negociar, despidieron compañeros”, exclamaron.
En el sector de las tecnológicas, la firma Globant anunció que despidió a 1.000 empleados a nivel mundial en el marco de un ajuste global aduciendo que atraviesa una reestructuración operativa ligada al avance de la inteligencia artificial y una desaceleración de la demanda de servicios.
Para el norte argentino, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) y la empresa Scania acordaron la paralización de la actividad en la fábrica instalada en Tucumán. Esto incluyó la reducción de los haberes de los trabajadores.
Por su parte, la empresa química Clariant anunció el cierre de su planta de producción ubicada en el Parque Industrial de Zárate retirando sus operaciones industriales del país. También la cervecera Quilmes detuvo su producción por primera vez en 130 años.