El Gobierno oficializó el cierre de entidades públicas entre los que se encuentra la Dirección Nacional de Vialidad, además de la reestructuración de otros institutos como el INTA.
En una nueva etapa del plan de ajuste, el Gobierno oficializó el cierre de la Dirección Nacional de Vialidad, la Comisión Nacional del Tránsito y de la Seguridad Vial, y la Agencia Nacional de Seguridad Vial. En reemplazo de estos organismos se creará una nueva figura: la Agencia de Control y Concesiones de Servicios Públicos del Transporte, que asumirá tareas de fiscalización vial.
Con el cierre de estos entes, se traspasa la concesión de 9120 km de rutas a empresas privadas junto a una planta laboral de entre 2500 y 3000 trabajadores que podrían quedar sujetos a despidos. Además las rutas sumarán más estaciones de peajes a las existentes para su sostenimiento.
También se comunicó a través del Decreto 462/2025, la reestructuración de organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Banco de Datos Genéticos y Tecnópolis.
Además, dentro de la nómina se incluyó la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME), el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indigena (INAFCI), de Semillas (INASE), de la Vitivinicultura (INV) y de la Propiedad Industrial (INPI).
Desde la Comisión Nacional de Valores, el Ministerio de Economía y el Banco Central se impulsan reformas para fortalecer el mercado de capitales en Argentina.
“Un organismo cuya estructura está sobredimensionada y tiene vocación por imponer controles terminan obstaculizando el desarrollo productivo nacional”, explicó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en una conferencia de prensa.
La publicación del decreto tuvo lugar el pasado martes 8 de julio, pocas horas antes del vencimiento de las facultades extraordinarias otorgadas al Poder Ejecutivo por la Ley Bases.
El ex vicepresidente del INTI, Jorge Schneebeli, declaró que la reestructuración es una degradación del Instituto porque “pasar a funcionar como una oficina dentro de una subsecretaría, implicaría dejar de dar respuestas rápidas a la industria”. Y agregó: “Pierde la capacidad de realizar convenios y acuerdos de transferencia de conocimiento con otros países”.
Los trabajadores nucleados en la Asamblea Multisectorial del INTI, acompañados de los gremios la Asociación de Profesionales del INTA (Apinta) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), realizaron concentraciones y protestas en distintas sedes del organismo.
También sumó su apoyo la UIA a través de un comunicado al sostener que estas instituciones “reflejan modelos donde la articulación público-privada, la inversión en capacidades técnicas y la orientación a resultados productivos han sido determinantes para mejorar la competitividad de las empresas y acelerar la adopción tecnológica en las PyMEs”.

Por su parte, bajo la consigna “El INTI no se toca”, los empleados públicos se movilizaron en Buenos Aires hacia la autopista General Paz, donde protagonizaron un “ruidazo”, junto con la interrupción parcial de la autovía.
Yamila Mathon, trabajadora del INTI, indicó que en caso de la reestructuración del organismo, “toda la población se verá afectada porque ya no se podrán garantizar el consumo de productos de calidad y seguridad”, y llamó a los senadores y diputados del Congreso a “derogar este decreto que implica un perjuicio para toda la sociedad”.
La Asamblea Multisectorial del INTI, advirtió que la medida representa “un ajuste sobre el 30% del personal, principalmente en tareas administrativas, lo que equivale a cerca de 700 puestos de trabajo” que quedarían sujetos a despido.
Los trabajadores de INTA comunicaron que “el próximo 17 de julio volveremos a las calles junto a otros sectores en lucha para reclamar que se anule el decreto, impulsaremos en el INTA asambleas y jornadas para preparar la movilización. Acá no se rinde nadie”.
La reestructuración del INTA en Villa María
Según comunicó el Gobierno, el INTA se transforma en un organismo desconcentrado en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, “para enfocarse en la innovación y la transferencia tecnológica y dejar de sostener con recursos presupuestarios un organismo sobredimensionado y orientado al extensionismo, la agricultura familiar y la agroecología”.
Además, se reemplaza la conducción colegiada por un presidente designado por el Poder Ejecutivo que será asistido por un Consejo Técnico ad honorem. “El nuevo rol del INTA será el foco en la investigación, la creación de tecnologías y bienes públicos tecnológicos” para contribuir a “la formación de nuevos productores agropecuarios altamente capacitados, interconectados a través de redes privadas”, comunicó el Gobierno.
Con esta nueva medida, ya no tendrán participación los representantes de las facultades de agronomía y veterinaria del país.

Desde Tribuna dialogamos con la titular de la Agencia de Extensión Rural del INTA en Villa María, Mónica Moretto, quien comunicó que “el INTA estará cumpliendo setenta años de historia en las que pasaron muchos gobiernos, y se hizo mucho por el agro, por el campo, por la ruralidad argentina”.
En cuanto a la reestructuración del organismo Moretto declaró que “no hay mucha claridad en cómo se van a hacer las cosas, ni en cómo va a ser esta transición así que, no puedo decir qué va a pasar con Villa María”.
“Lo único que no cambia es el hacer, seguimos haciendo porque el sector no para, pero ahora lo hacemos con incertidumbre de lo que va pasar”, sentenció.