El sector agrícola defiende al gobierno pero no ve que sea respaldado por la política impositiva y cambiaria. El dólar va definiendo los ganadores y perdedores del modelo.
A mediados de julio se efectuó una reunión entre el presidente Javier Milei y los referentes de la Mesa de Enlace: Andrea Sarnari (FAA), Lucas Magnano (Coninagro), Carlos Castagnani (CRA) y Nicolás Pino (SRA).
En el encuentro, Milei prometió que desde el gobierno trabajan en la eliminación definitiva de los derechos de exportación.
Mientras que los representantes del agro expusieron entre los problemas el tipo de cambio, la caída de los márgenes de ganancias, la desregulación de organismos como el INTA y, por último, la infraestructura -rutas y caminos- por su impacto en la productividad.
“Hay rutas que, con esta cosecha, quedaron intransitables. Con una o dos cosechas más, no vamos a poder seguir transitando por las rutas”, dijo Sarnari al término de la reunión. Por su parte, Pino consideró que “de nada sirve producir si no lo podemos transportar”.

Además, Sarnari consideró que Milei asumió “el compromiso de que la próxima rebaja de retenciones sea definitiva y no transitoria como ha sido hasta ahora”.
Cae la rentabilidad
Recientemente el Centro de Estudios DEMOS publicó un informe sobre la evolución de la competitividad en la producción de soja en Argentina a julio de 2025.
Según el estudio, “los procesos que definen la trayectoria de rentabilidad de cualquier sector económico tienen siempre una influencia de la política pública”, al referirse al papel del Estado que puede favorecer o perjudicar.
En ese sentido, abordaron “dos tipos de políticas, por un lado, aquellas de carácter tributario que afectan específica y directamente al sector agrícola y, por otro, la política monetaria y cambiaria que si bien se define para la economía argentina en su conjunto tiene implicancias sectoriales”.
Sobre la política tributaria criticaron la participación de las retenciones al denunciar que llega a representar hasta el 60% del total de la carga tributaria.

Respecto a la incidencia cambiaria consideran que “puede verse cómo el costo local ha ganado peso en la estructura de costos agrícolas, los cuales se componen fundamentalmente del gasto en combustible, fuerza de trabajo, implementos agrícolas y amortizaciones”.
Por su parte, un Informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicó que en campos alquilados de la zona agrícola núcleo, la soja de primera siembra (octubre) dejaría para la campaña 2025/2026 una pérdida de hasta $31 dólares por hectárea.
Sembrar maíz temprano (siembra de septiembre), por ejemplo, requiere una inversión inicial de US$1190 por hectárea, frente a los US$680 que demanda la soja. En campo propio, en tanto, el maíz de primera dejaría un margen neto (después de impuestos) de US$405 por hectárea, mientras que la soja reportaría US$314 por hectárea.
“Vemos que los números están muy al límite en los dos cultivos; tal vez el maíz se ve mejor, pero requiere de una inversión que es significativamente mayor también”, consideró la BCR.
Paños fríos
En este contexto, desde el Gobierno intentan bajar la presión política de uno de los sectores más fuertes en la definición de políticas públicas.
Para ello, el sábado se hicieron presentes en uno de los eventos más representativos del sector, la Expo Rural. Fueron de la partida el presidente Javier Milei, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.
En el lugar, Milei confirmó una baja definitiva de los derechos de exportación que incluyen a la soja y derivados, maíz, trigo, sorgo, girasol y la carne.

La fórmula quedaría de la siguiente manera: soja del 33% al 26%; Carnes aviar y vacunas de 6,75% a 5%; Maíz: de 12% a 9,5%; Sorgo de 12% a 9,5%; Girasol: de 7,5% a 5,5% y 4%; Derivados de soja: de 31 a 24,5%.
El campo arde
Previamente, el día en el que comenzó la Exposición Rural de Palermo, la Carbap realizó una asamblea en la cual pidieron la eliminación de retenciones, al asegurar que ya no quieren más “promesas” por parte del Gobierno, sino que “es tiempo de decisiones”.
“Ya los gestos, fotos y discursos no alcanzan porque estos no devuelven rentabilidad” y agregaron que “cada día que se posterga una medida concreta, se pierden productores, se vacían campos, se apagan historias”, cuestionó Carbap en una comunicación.
Nicasio Tito, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), destacó que “sin retenciones, más que nada en la agricultura, el campo podría despegar”.
Los productores valoraron el acuerdo con el FMI y las nuevas medidas del Gobierno pero criticaron la declaración de Milei en la que los instó a liquidar antes de junio.
“La soja viene de años de una situación extractiva, desde 2002 hasta hoy. Hoy los precios no acompañan y la presión fiscal sigue siendo la misma que cuando la soja valía 600 dólares. El campo sigue aportando millones de dólares, pero necesitamos previsibilidad”, añadió.
Por tanto, consideró que lo que hace falta es “se eliminen gradualmente las retenciones, pero que haya claridad para el próximo lustro. El campo tiene el mayor potencial del país, porque además de las condiciones naturales, cuenta con productores que sostienen todo esto a pesar de las cargas”.
Las que no paran de ganar
La BCR elaboró un informe sobre el ranking de exportación del complejo agroexportador. Según los registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) informados por la Secretaría de Agricultura y Pesca (SAGyP), los compromisos de exportación de granos y subproductos totalizaron 64,5 millones de toneladas en el primer semestre de 2025.
Este volumen representa un récord histórico para un primer semestre, destacó la BCR, y agregó que se ubica como el segundo mayor registro semestral desde 2008.
La firma Cargill se quedó con el primer puesto en volumen de ventas al exterior, con 9,6 Mt. El podio lo completan Viterra y COFCO con 8,1 Mt y 7,4 Mt registrados, respectivamente.
Sólo 10 grandes agroexportadoras concentran el 90% del mercado internacional en el país.
En este primer semestre del año, el complejo soja representó el 48% de las registraciones, seguido por el complejo maíz que representó el 35%, en tercer lugar, el trigo con un 8% de participación. Luego se ubica el complejo girasol y cebada con un 3% y el complejo sorgo representando un 2%.
La empresa Viterra fue la que lideró las ventas al exterior del complejo soja en el primer semestre del año, al igual que lo hizo en los primeros semestres de los últimos 5 años.
Según el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), en el primer semestre el sector exportó US$ 22.935 millones, lo que implica una caída del 0,3% respecto al mismo período del año pasado (US$ -75 millones) con el complejo sojero como responsable ante la baja de precios internacionales.