La fractura entre Evo Morales y Luis Arce terminó por desplazar a los referentes del MAS como opción electoral.
El pasado domingo se desarrollaron las elecciones presidenciales en Bolivia, resultando electo Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), con el 32% de los votos. Detrás quedó Jorge “Tuto” Quiroga, del partido Libertad y Democracia (LIBRE), con el 26% de los votos.
El expresidente, Evo Morales, proscripto por una causa que lo investiga por estupro y trata de personas, llamó a anular el voto, posición que alcanzó el 19,78%, quedando en tercer lugar.
El sistema boliviano establece que, para evitar el balotaje, el candidato más votado debe superar el 50% o, en caso de superar el 40%, establecer una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
Paz Pereira ha planteado avanzar en una división “50-50” del presupuesto nacional con las regiones. “El 85% del presupuesto hoy lo maneja el aparato central; eso debe cambiar en favor de las regiones”, había anticipado.

A su vez, sostiene la idea de un “capitalismo para todos”. Esto incluye el acceso a créditos, la reducción de impuestos y la eliminación de aranceles para productos.
En un acto previo descartó acercarse a los organismos internacionales de crédito: “Soy contrario a cualquier crédito del Fondo Monetario Internacional. En Bolivia la plata alcanza para reactivar nuestra economía”.
Por su parte, “Tuto” Quiroga se define como “un hombre de libertad, de libre comercio”. El oriundo de Cochabamba, es graduado de la Universidad de Texas, tiene un master en Administración de Empresas y ha trabajado para IBM (empresa tecnológica).
Sostuvo que al llegar a la presidencia estaría dispuesto a aplicar “motosierra, machete, tijera y todo lo que encuentres”. Respecto a la actividad económica, ha declarado en campaña que en Bolivia debemos “abrirnos a la inversión, exportar el litio y hacer zonas francas para producir baterías en el Cono Sur”.