El gobierno de Daniel Noboa aumentó un 55% el precio del combustible provocando la reacción popular.
A través del decreto N°126, publicado el 12 de septiembre, el gobierno de Ecuador decidió la eliminación del subsidio a los combustibles. De esta manera el precio del galón de diesel premium (equivalente a 3,7 litros) pasó de 1,80 a 2,80 dólares.
La reacción popular no tardó en llegar, y en diferentes ciudades comenzaron a desarrollarse convocatorias de protesta. Por caso, sectores transportistas efectuaron bloqueos de carreteras en Carchi, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Orellana, Loja y Azuay.

Por su parte, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), convocó movilizaciones para los días 17 y 18 de septiembre. Además, llamó a una gran movilización nacional para el 23 de septiembre.
Mientras tanto, el Gobierno decretó el estado de excepción por “grave conmoción interna” para evitar que escalen las protestas.
En un comunicado, el FUT señaló que el incremento del 55% del combustible representa alrededor del 20% de la canasta básica por lo cual la decisión se “trasladará inmediatamente a los precios de los productos de primera necesidad”.

La política económica no logra resolver “los problemas de los trabajadores ni del pueblo, por el contrario, ha profundizado la crisis en los hogares e incrementado la pobreza”, consideraron desde el frente.
Ante ello reclaman que se ejecute el cobro de impuestos a los evasores fiscales; reducción de las tasa de interés de los bancos privados; moratoria al pago de la deuda externa para priorizar la inversión social; aumento del presupuesto en educación y salud pública; y mejoras de los salarios.