“Mientras el gobierno dice que no tiene para gastar en medicamentos, jubilaciones y discapacitados, de repente le dan a los exportadores semejante cantidad de millones de dólares”, dijo Carlos Baravalle, vicepresidente de Bases Federadas.
El día de ayer la CGT Delegación Regional Bell Ville realizó una reunión virtual titulada “¿Quién se benefició con las retenciones cero?” para debatir sobre el impacto de la medida del gobierno nacional.
Pablo Aravena, representante de la central obrera, comentó a este medio que el objetivo de la actividad fue “conocer cuál es la posición de los pequeños y medianos productores”, para lo cual fue invitado Carlos Baravalle, vicepresidente de Bases Federadas, una organización gremial de productores agropecuarios.
Aravena mencionó la importancia del sector debido a que “en cada localidad hay unos 100 pequeños y medianos productores” donde, “de continuar con la proyección de la política actual, se verán afectados los comercios, las pequeñas y medianas empresas, lo que trae aparejado la pérdida de fuentes de trabajo”.
La quita de retenciones fue una rápida “jugada” del gobierno para controlar el dólar. Los productores fueron los principales afectados marcando que la grieta del campo es contra las agroexportadoras.
“Es necesario trabajar en conjunto las organizaciones sindicales y los pequeños y medianos productores buscando alternativas y propuestas concretas, porque nadie se salva sólo”, sentenció Aravena.
De la actividad también participó Edgardo Garmendia, representante de la CGT Villa María, como así también estudiantes, docentes y miembros de la comisión directiva de la CGT Bell Ville.
El reclamo de los productores
En la reunión, Carlos Baravalle comentó que “en los últimos 20 años el único debate fue retenciones sí, retenciones no”, mientras que “nosotros desde Bases Federadas decimos que el eje de la discusión agraria en Argentina debería ser la estructura productiva, si producimos con o sin productores”.
A partir de ahí se podrían “generar políticas públicas que permitan proteger ese entramado rural, hablando siempre del pequeño y mediano productor”. Sin embargo, “lo que ocurre es que el mercado se va llevando puesto a miles de productores, y más aún con la política actual”.
Para el presidente de la cámara cerealera las perspectivas del sector agroexportador mejorarían si el Gobierno baja las retenciones del 33 al 25%.
Esto repercute directamente en las condiciones de vida, ya que “hay muchos productores que no tienen obra social, que les cuesta llevar la luz al campo, tener un camino rural, que les cuesta fertilizar o pagar el sueldo de un trabajador”.
Negocio de las exportadoras
El dirigente definió la quita de retenciones como “muy escandalosa” ya que “los productores agropecuarios en su mayoría no vendieron porque es necesaria una logística que no estaba garantizada”.
En realidad “había sido todo un acuerdo entre los exportadores y el Gobierno para hacerse de dólares, donde los productores en su gran mayoría ni la vieron”. Esto se debe a “la concentración abismal en el sector” donde “un productor de 50 o 60 hectáreas debe competir con un pull de siembra de 50.000 o 60.000 hectáreas”.
Sólo 10 grandes agroexportadoras concentran el 90% del mercado internacional en el país.
La medida fue “una estafa que le han hecho no solamente al productor, sino también a la sociedad” porque mientras “el gobierno dice que no tiene para gastar en medicamentos, jubilaciones, en el Garrahan, para discapacitados, de repente le dan a los exportadores semejante cantidad de millones de dólares”.
La unión de sectores
Baravalle instó a “retomar los objetivos que le dieron origen a la Federación Agraria” que se basó en la “articulación multisectorial”. Argumentó sobre la importancia de “tener vínculos con la sociedad” para discutir “sobre la importancia de forjar un entramado rural y cuidar que no se nos caigan los productores más chicos”.
Esta tendencia a la concentración se frenaría “si hubiese políticas públicas que apostaran a generar más tambos, más producciones que generen valor agregado y salirse un poco del tema de los commodities para salvar a todo ese entramado rural”.
Además, señaló como un eje a seguir el “marchar todos juntos en contra de los préstamos con el Fondo Monetario Internacional” ya que la deuda “es uno de los problemas más serios que tenemos”. Ello no se podrá lograr “sin la unión entre trabajadores y productores”.
Posiciones obreras

“Indiscutiblemente los perjudicados de esta medida fueron los pequeños, medianos productores, empresas, trabajadores, jubilados”, dijo Aravena. Y añadió que “vivimos en un gran incertidumbre” ya que el Gobierno “¿de dónde va a sacar esa plata que perdió en retenciones de esos 7000 millones?”.
Además destacó que “en este momento es importante que cada uno de los sectores empecemos a pensar en una en una sola línea de trabajo donde se beneficien los que más necesitamos y no los que más tienen”. “Es un tema difícil, pero es necesario”, agregó.
“Es importante comprender que `el campo` no son todos, sino un pequeño sector que se lleva las ganancias y los demás son trabajadores que luchan igual que nosotros para subsistir contra esta política desgarradora que no tiene miramiento a las necesidades del habitante de este país”, concluyó Aravena.

Por su lado, Garmendia dijo que “este es un gobierno que no le importa que se cierren fábricas, industrias, los pequeños y medianos productores, que va en contra de los jubilados, los enfermos, los discapacitados y los trabajadores, por lo que coincidimos que es un enemigo del pueblo”.
“Desde el movimiento obrero creemos que pedirle dinero a Estados Unidos no soluciona nada, porque no nos ayuda a los trabajadores, no les ayuda a los a los productores, no se crea un puente, un barrio, un hospital, una universidad, una escuela, y se diluye todo en la timba financiera”, concluyó el dirigente.