China impuso restricciones a la exportación de tierras raras, y el gobierno de EE.UU. anunció un arancel del 100% a todos los productos chinos en respuesta a la medida. A finales de este mes, Trump y Xi Jinping se reunirán presencialmente.
El pasado 9 de octubre el Ministerio de Comercio de China anunció que impondrá medidas de control a las exportaciones de productos relacionados con materiales ultraduros, equipos y materiales de tierras raras y baterías de litio.
Según la comunicación oficial, la medida se implementará a partir del 8 de noviembre y el ministerio será el responsable de aprobar o denegar la comercialización de esos productos.

Un portavoz del Ministerio aclaró que “estas medidas no están dirigidas contra ningún país o región” sino que buscan controlar que las exportaciones “sean legales y cumplan con la normativa” debido a que en ocasiones son utilizadas para la carrera armamentística, según reportó Xinhua.
Esta medida generó reacciones a nivel mundial producto de que, según la Agencia Internacional de la Energía, China controla alrededor del 60% de la extracción mundial de tierras raras y más del 90% de su procesamiento.
La megacorporación China Northern Rare Earth concentra gran parte de la actividad. La misma cotiza en la Bolsa de Shanghai y cuenta con un directorio de propietarios privados individuales e institucionales.
Reacción de EE.UU.
Al día siguiente del anuncio de China, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció en la red social X la imposición de aranceles del 100% a todos los productos provenientes del país asiático.
Además, justificó la medida debido a que “los chinos buscan impulsar un régimen de control porque quieren tener poder de veto sobre las cadenas de suministro mundiales de alta tecnología“.
Como ya viene sucediendo con la guerra arancelaria, una medida como la anunciada genera sin dudas un impacto significativo sobre el conjunto de la economía estadounidense debido a que China es el principal socio comercial e importador de EE.UU.

“China ha expulsado del mercado a competidores extranjeros en la industria de las tierras raras durante las últimas dos décadas al utilizar su dominio global en refinación y procesamiento para reducir drásticamente los precios”, afirmó el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent.
El grito en el cielo del gobierno se debe a que empresas estratégicas podrían ver interrumpidos los suministros para llevar adelante su producción. Por ejemplo, Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman, General Dynamics o Boeing Defense, entre otras, encargadas de producir material de defensa, sistemas electrónicos y aeronáuticos para el ejército estadounidense.
Además en empresas de sectores como el automotriz, donde Tesla, General Motors, Ford y Stellantis, necesitan de imanes y baterías de litio para la producción de automóviles; o tecnológicas, donde se encuentran Apple, Samsung, Sony, HP y Dell, encargadas de producción de electrodomésticos, baterías, chips e insumos para la industria informática.
El viernes pasado, el vice primer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, mantuvieron una conversación telefónica en la que confirmaron una reunión presencial esta semana para negociar condiciones comerciales.